
Cadete de II Año MARTINA GRAMATICA.
Enmarcados por la proximidad de la jura a la bandera, hablaré en el presente texto sobre el significado del “saludo uno” y su importancia para nosotros como cadetes de la Escuela de Aviación Militar.
ANTECEDENTES.
El saludo Militar no fue siempre tal y como lo conocemos hoy, su origen se vincula a un antiguo gesto realizado entre los caballeros del medioevo, ya sea en un ámbito deportivo como en un combate para purgar su honor de ofensas.
Consistía en levantar la velada del yelmo previo al combate, mirando a los ojos al adversario para demostrarle ausencia de temor e infundirle respeto. De aquí, el saludo uno se convierte en la muestra de respeto más significativa entre los militares.
DEL SALUDO CIVIL AL SALUDO MILITAR.
Hasta el año 1880 era lo habitual descubrirse ante un superior y posar la gorra o sombrero en la mano derecha, arribado ese año, en el acorazado ARA Almirante Brown los oficiales decidieron no sacarse más la gorra y optaron por detener su saludo en un intento de tocar la visera, ésta era una nueva forma de saludo ya impuesta por la armada inglesa. Al presentar practicidad fue inmediatamente adoptado de manera reglamentaria.
Ajeno a la vida civil pero no lejos del significado que en él se establece como muestra de respeto y cordialidad, el saludo militar tiene distintas manifestaciones de acuerdo al país o la época en el que se lo trate y su importancia crece gracias al orgullo con el que es ejecutado.
En muchos ejércitos se estableció un único movimiento, por el cual los soldados llevarían su mano derecha a la prenda en su cabeza, como culto al honor militar de cada uno de ellos. Otros optaron por unir el dedo anular y meñique sujetados por el pulgar de la mano derecha y llevarlo hacia un costado de su cabeza señalando la sien, o directamente llevar su mano al centro de la visera.
Si bien existen variaciones del saludo en el entorno militar, todas representan lo mismo: hermandad, admiración, respeto y el más firme vínculo entre un subalterno y un superior: la lealtad.
Responder con energía y prestancia a este saludo, lejos de marcar dependencia u obligación, es el orgulloso de los soldados que se convierte en una prueba de confianza, dando la certeza entre el superior y el subalterno de poder contar el uno con el otro, sin olvidar las jerarquías y cargos que ocupan. Expresa, en unos segundos, la actitud de “puede contar conmigo”.
PARA NOSOTROS LOS CADETES
En nuestra vida de cadete, el saludo uno adquiere importancia desde el momento en el que ingresamos, pero comenzamos a ponerlo en práctica a partir de la jura al pabellón nacional el día 20 de junio, fecha en la que se conmemora el día de la bandera por el fallecimiento del General Manuel Belgrano. A partir de allí, el cadete jura seguirla constantemente y defenderla hasta perder la vida, representando la pertenencia y el compromiso que tanto nos caracteriza, como también lo hicieron nuestros héroes de Malvinas al formarse en esta institución.
Eso es el saludo militar, un mensaje de correspondencia entre hermanos de armas y hacia los símbolos que representan nuestra patria.
Con una mano firme, la mirada fija con la frente en alto y en silencio se transmite el poder, el orgullo y el deber. Dejamos en claro que no es un simple acto de alzar la mano, sino también la memoria de aquellos que dieron su vida por el cumplimiento de nuestra misión.