
CADETE II AÑO LIMA NICOLÁS
Llegó este lunes 2 de septiembre el primero de los cuatro Lockheed P-3C Orión procedentes de Noruega para la Armada Argentina. Su destino: la Base Aeronaval Almirante Zar, en la ciudad de Trelew, Provincia de Chubut. La incorporación de estas aeronaves era muy esperada, ya que la Armada Argentina había perdido la capacidad de este sistema de armas. Anteriormente estaban en servicio operativo en la Escuadrilla Aeronaval de Exploración (EA2E) los P-3B Orión, sumando un total de seis aeronaves adquiridas en 1997 para reemplazar a los ya antiguos Lockheed L-188E Electra. Sin embargo, con el paso de los años, estos fueron perdiendo operatividad y llegaron al fin de su ciclo, quedando solo uno en un proceso de modernización en FADEA.
La versión C es más nueva que la B, lo que se refleja en mejoras significativas en la aviónica, los sensores y los sistemas de armas, así como en el radar de última generación para la detección de submarinos y vigilancia marítima, acompañado de sistemas de sonar más avanzados. Además, puede estar equipado con misiles y torpedos más modernos. Cabe destacar que, de las cuatro unidades, una de ellas es la versión N, diseñada para la Armada chilena, la cual es muy similar a la versión C, difiriendo solo en especificaciones de equipos y adaptaciones realizadas para satisfacer los requisitos de las diferentes fuerzas armadas.
La aeronave fue diseñada por la empresa norteamericana Lockheed Martin en la década de 1960, recibiendo actualizaciones hasta 1990. Es una aeronave de patrulla marítima muy versátil y duradera, por lo que se decidió adquirir nuevamente el mismo modelo, pero más avanzado. Su porte se refleja en la cantidad de países que la poseen, como Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón y varios países de la OTAN. Es una aeronave difícil de reemplazar, ya que sus prestaciones son únicas, y su sucesor es el Boeing E-8 Poseidón, básicamente un Boeing 737-800 modificado, cuya operación es mucho más compleja que la del Orión.
Este avión ha realizado misiones en múltiples conflictos a lo largo de su vida operativa como la Guerra Fría, el conflicto del Atlántico Sur y el conflicto en los Balcanes, entre otros. En cuanto a Argentina, las restantes unidades llegarán en lo que queda del año, teniendo así una flota de vigilancia y control marítimo totalmente operativa para 2025.



