
Cadete II Año German PUSZKARKY
El 8 de septiembre de cada año se celebra el día del cadete aeronáutico, se seleccionó esta fecha en conmemoración de la entrada en funcionamiento e inicio de la actividad aérea en la Escuela de Aviación Militar. A lo largo de este día suceden diferentes acontecimientos, uno de ellos es el famoso “Sketch” en el que cadetes de tercero, segundo y primer año realizan varias escenas, que practicaron e idearon ellos mismos durante el transcurso del año. Estas escenas son dirigidas principalmente para los cadetes de cuarto año, haciendo el uso de la comedia para recordar buenos momentos e historias vividas durante su carrera como cadetes del instituto.
También en este día se oficializa la entrega de la conducción del “Cuerpo De Cadetes” a tercer año, que muestra las notas características que lo distinguen como promoción, planteando lo que hicieron y quieren lograr en su último año como curso más antiguo. Además de presenta el escudo de promoción que los representa. Durante este día los cadetes pueden relajarse ya que es más distendido y se les permite separarse de la rutina.
Me gustaría dejar el siguiente texto de Olivier Queen, el cual creo representa a todos los cadetes de la Escuela de Aviación Militar, que con gran sacrificio día tras día dejan muchas cosas de lado por esta carrera que requiere de mucha vocación.

«CUANDO ERAMOS CADETES»
En noches frías como ésta, rodeado por la oscuridad y el silencio, cierro los ojos y a mi mente vienen aquellas épocas cuando el sudor de nuestras frentes empapaba la tierra y perfumaba el viento con la sal de nuestro sudor y nuestra sangre….
Evoco aquellos días cuando un grupo de sólo unos muchachos, renunciaron a todo por ir en busca de un sueño, cuando dejamos atrás familia, amores, amistades para convertirnos en hombres…
Renunciando al ayer para formar un solo puño, un puño de acero que soportó lo inaguantable, cuando la soledad y la nostalgia golpeaban inclementes….
Mientras afuera un mundo nos esperaba, nosotros, ese puñado de aguerridos jóvenes éramos forjados al calor de un inclemente sol, como el herrero en su fragua transforma el impuro metal en una sólida espada…
Cuando aquella plataforma, esa mole de concreto, mudo testigo de aquellos interminables días en que el sol quemaba nuestros cuerpos mientras pecho a tierra fundía la carne de nuestros puños con el ardiente pavimento…
Cuando el frío cruel y despiadado penetraba en la sangre calando hasta los huesos…
Hoy recuerdo con nostalgia aquellos tiempos cuando dejamos atrás egoísmos e individualidades para convertirnos en una hermandad forjada a sangre, fuego, sudor y lágrimas…
Hoy recuerdo aquellos días cuando el sudor de nuestras frentes empapaba el suelo fundiéndonos con la madre tierra y el cosmos volvía nuestras carnes magras en acero, cuando fuimos invencibles…
Cuando en noches como ésta fuimos un solo puño, y fundidos a nuestros fusiles escribimos nuestros nombres en las estrellas, franqueando lo infranqueable, venciendo nuestros propios límites…
Porque alguna vez logramos lo que parecía imposible y emprendimos este camino, cuando nos convertimos en hombres de honor, porque en noches como ésta fuimos de acero, porque alguna vez fuimos cadetes…
Líneas estas que reflejan la realidad de los cadetes de la institución, hombres y mujeres que ponen todo de sí, dispuestos a realizar los esfuerzos que fueran necesarios en pos de formarse para la defensa de la Nación.
