
Cadete de II año Germán Puszkarky
El avión francés Dewoitine D-21, fue el primer caza construido bajo licencia en Sudamérica. Logro adquirido por Argentina y la entonces FMA (Fabrica Militar de Aviones). Si bien Argentina ya poseía siete de estos aviones importados, el desarrollo de más unidades permitió el 22 de junio de 1931 la creación del grupo I de Caza que se encontraba en la Base Aérea Militar “El Palomar”.
Por estos hechos fue que en 1990 el entonces jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, el Brigadier General José Juliá designó el 22 de junio como “Día de la Aviación de Caza”. También es una buena oportunidad para homenajear a todos los pilotos, que día tras día se adiestran física y mentalmente para surcar los cielos en estas magnificas aeronaves preparadas para el combate, requiriendo la máxima prestancia y aptitud para poder defender nuestro territorio aeroespacial.
La aviación de caza desempeña un papel crucial en la defensa nacional, siendo una fuerza disuasoria y de respuesta rápida ante posibles amenazas, es el medio más poderoso que puede tener cualquier nación y por eso es tan importante su reconocimiento, conlleva años y dedicación formar a un piloto capacitado para el combate aéreo.
Cómo no pensar en nuestros veteranos de guerra que participaron en el conflicto del Atlántico Sur, dando validez a nuestra aviación de caza, demostrando valentía y realizando maniobras sin precedentes que obligaron al mundo a reescribir lo que un piloto puede hacer con una aeronave de combate, aun estando en desventaja en capacidades tecnológicas dejaron evidenciado que ser un piloto de caza no es solo seguir una serie de procedimientos y tener el mejor armamento, sino también tener corazón, fe y un objetivo. Superando las adversidades, nuestros héroes fueron capaces y eficientes para cumplir la misión.
Con la reciente adquisición de los sistemas F-16A/B MLU iniciamos un camino de recuperación de los tiempos de esplendor de la aviación de caza y nos posiciona en un contexto internacional muy complejo.
Nuestros pilotos de Malvinas dejaron marcas en la historia, lograron aplicar todo lo aprendido en la etapa que cumplieron como cadetes en la Escuela de Aviación Militar, donde desarrollaron las habilidades y se formaron en los valores para realizar estas tareas de tan alto nivel.

