El control y vigilancia de fronteras

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Por Subalférez de Gendarmería Nacional Martin Miguel TERUEL MENDOZA


“No le extrañe, amigo;

he pasado muchos años de mi vida

 intentando averiguar

lo que había al otro lado de la colina “

 

Lord Arthur Wellesley, Duque de WELLINGTON

 

Cuenta la historia que esta frase fue pronunciada por el célebre General Inglés, vencedor de Waterloo, en ocasión que se encontraba dando un paseo a caballo junto a un amigo por la campiña y comenzaron una suerte de juego de apuestas, en el que debía decir que pensaba que habría detrás decada loma o colina que hallasen en el camino. Resultando que el legendario militar acertaba siempre en sus apreciaciones su compañero de viaje le pregunta cómo lo hacía, a lo que Wellesley le da esta celebre respuesta, dando cuenta de su experiencia y conocimientos en el arte de la Guerra.

Desde siempre el conductor en una operación se ha preguntado más o menos lo mismo ¿Qué hay detrás de la colina?… En sus diversas variantes esta incógnita representa el deseo de conocer la situación que lo rodea de la manera más certera y actual posible. La solución de este problema puede dar una acabada idea de Conciencia Situacional (situational awareness), necesaria para una correcta toma de decisiones.

La inteligencia táctica del campo de batalla es una de las facetas en que se ha desarrollado este planteo y la solución del mismo ha dado origen a las más diversas formas de explorar y efectuar reconocimientos.

Desde los simples observadores adelantados o la caballería de exploración de la antigüedad, hasta el uso de satélites y tecnología stehalt en la actualidad, el conductor sigue tratando de saber ¿Qué hay detrás de la colina?

Es asícomo, en las últimas décadas los drones han hecho su irrupción entre los medios técnicos de apoyo para la obtención de información. Si bien el nombre genérico “dron” aplica para toda clase de vehículos aéreos no tripulados muchos autores coinciden en señalar que el vocablo más adecuado para referirse a estos ingenios es VANT O SANT, por vehículo o sistema aéreo no tripulado.

 

El control y vigilancia de fronteras

La Gendarmería Nacional es la principal Fuerza de Seguridad Argentina, aunque en rigor de la verdad no es una fuerza de seguridad, si no que entra en la categoría de lo que a nivel mundial se conoce como Fuerzas Intermedias, es decir, organizaciones con estado y disciplina militar que también son empleadas para operaciones policiales especificas en tiempos de paz.

Esta organizada a imagen y semejanza de la Gendarmería National de Francia, que fuera ideada por Napoleón Bonaparte como una suerte de ejercito territorial de ocupación, que pudiera cubrir la retaguardia del ejercito expedicionario en su avance. En la práctica esto significaba mantener el orden y la seguridad de las poblaciones que iban quedando atrás de las líneas del frente, de allí que, el nuevo tipo de cuerpo debía generar aptitudes policiales complementarias a las de su naturaleza militar, pero manteniendo en forma permanente la aptitud de combate para poder ser empleado en el frente como tropa de relevo, refuerzo o complemento de las operaciones.

En aquellos países en que las fronteras no son custodiadas por las fuerzas armadas casi todos los cuerpos armados que se encargan de esta tarea están organizados de esta manera, es decir como una fuerza militar con autoridad policial.La razón por la que se da esta situación radica en la mayoría de los casos (y el nuestro es uno de los más claros) en dos cuestiones:

 

  • La primera es que se considera unánimemente que el Control y Vigilancia de fronteras es más una cuestión de Defensa Nacional que de Seguridad Interior, o en última instancia, una cuestión de Seguridad Nacional en el más estricto de los significados de este concepto. Además, el ambiente geográfico agreste y despoblado que constituye la zona limítrofe, exige una instrucción, preparación y disciplina de tipo militar en estas fuerzas.
  • Por otra parte, la técnica de Control y Vigilancia de fronteras deviene casi en su totalidad de la doctrina de guerra ya que la disposición de las fuerzas en el terreno sus movimientos maniobras y modos de empleo son típicos del ambiente bélico, aun cuando son aplicados en tareas de seguridad.

Así las cosas, podemos comprender que a aquel Gendarme que conduce operaciones en una zona de frontera, también le cabe la incógnita con la que comenzamos este artículo.

En la labor cotidiana del gendarme, saber que ocurre del otro lado de la colina, significa conocer si hay movimiento clandestino de personas o mercadería en un determinado lugar, la cantidad de personas, medios con que cuentan, que están haciendo, cuáles son sus intenciones, adonde se dirigen, por donde lo harán y un sinfín más de interrogantes de cuya adecuada respuesta depende el éxito de las operaciones.

Las colinas para el personal que se encuentra desplegado en una patrulla pueden estar representadas por la vegetación tupida, los cursos de agua, la nocturnidad, las técnicas de ocultamiento adoptadas por el delincuente o literalmente colinas o elevaciones del terreno que no permitan visualizar lo que ocurre más allá del alcance de nuestra vista.

Sin embargo, la principal colina a la que se debe enfrentar uno en su diario accionar está representada por las grandes distancias a cubrir. Con 9378 kilómetros lineales de frontera que tiene nuestro país se torna virtualmente imposible cubrir todo el linde territorial, razón por la cual a la hora de desplegar una patrulla en el terreno se hace indispensable contar con información veraz y actualizada sobre lo que ocurre alrededor para saber adónde enviar a nuestros hombres y poder darles una idea de que se encontraran una vez que leguen allí.

Consciente de esta necesidad y al tanto de los avances de la tecnología en el campo de la exploración y reconocimiento aéreos, la conducción superior de Gendarmería Nacional dispuso, a partir del año 2013, una serie de medidas a fin de incorporar Sistemas de vehículos aéreos no tripulados ala fuerza para que pudieran ser utilizados tanto en las labores de patrullaje en el terreno como para monitoreo de pasos habilitados o clandestinos.

Para ello se diagramó un ambicioso plan que comenzó con la incorporación de pequeños cuadricópteros, tipo DJI 1 Inspire,en las unidades del despliegue y Octópteros S800 para los distintos Centros de Reunión de Información de la Dirección de Inteligencia;a efectos de ser empleados en labores puntuales y crear una conciencia de uso de la nueva tecnología. Esto comenzó en el año 2015.

Una segunda etapa de este proceso está actualmente en marcha con la incorporación de UAV´S Bird Eyes y para fines del corriente año se prevé la recepción de sistemas de drones cautivos complementarios a carros blindados, que funcionarán como sistemas de C4I en el terreno. Estos sistemas son de origen israelí, más precisamente suministrados por IAI y Elbit.

El objetivo final de este plan es lograr que, una vez en funcionamiento y habiendo superado las dificultades lógicas de su implementación, se pueda lograr mediante la complementariedad de sistemas de radares terrestres, cámaras infrarrojas, drones cautivos y de reconocimiento un estado de situación tal, en cuanto a la inteligencia actual, que permita que todos los despliegues de patrullas al terreno sean direccionados a los lugares en que se detecten incidencias en tiempo real.En términos aeronáuticos,sería como lograr efectuar una interceptación radar de los contrabandistas mediante el direccionamiento de los efectivos a su encuentro.

Con este sistema en funcionamiento quedarían atrás las tradicionales patrullas de infantería de días y semanas en el terreno tratando de “encontrar algo”, comparables a alguien que se encuentra a oscuras procurando hallar a tientas una aguja en un pajar.

 

Mi experiencia en el uso de drones

Cuando la Fuerza adquiere los primeros modelos de drones en el año 2015, me encontraba revistando en el Escuadrón 20 “Orán”, provincia de Salta, límite con el Estado Plurinacional de Bolivia. Venía de haber prestado servicio en el Escuadrón 9 “Oberá” en la provincia de Misiones y tanto el ámbito geográfico, como la situación psicosocial del entorno eran completamente diferentes.

Podrían decirse muchas cosas al respecto, pero basta con aclarar que el 9 era considerado una de las unidades “tranquilas” de la Fuerza, mientras que el legendario Escuadrón 20 siempre tuvo la fama de ser el más“bravo”, por estar en una zona de frontera caliente en que ocurren todo tipo de situaciones anormales que ponen a prueba el ingenio y el temple del gendarme.

A esto deben sumarse las dificultades impuestas por el terreno (selva Tucumano-Orense), las condiciones del clima con temperaturas agobiantes, las características del país vecino y el flujo descomunal de transito que diariamenteatraviesa la frontera por las vías de comunicación terrestre. No me explayare más para decir que esta combinación hace de Orán un lugar sumamente complejo, digno de un Tratado de seguridad de fronteras y que ha sido objeto, de hecho, de varios Estudios de Estado Mayor, respecto a la problemática que ofrece.

Es por estas razones que se decidió dotar a este elemento, junto a otras Unidades críticas de la frontera como son los Escuadrones 21 “La Quiaca”; 52 “Tartagal”; 54 “Aguaray”; 61 “Salvador Mazza”; 16 “Clorinda”; 13 “Iguazú”; 11 “San Ignacio”;47 “Ituzaingó” y 7 “Paso de los Libres”, con los primeros drones que incorporó Gendarmería Nacional.

En agosto de 2015 se recepcionó en la Unidad un Mensaje de Trafico Oficial, emitido por la Dirección General de Operaciones, requiriendo la designación de un binomio de operadores para el nuevo artefacto del que iba a ser dotado el Escuadrón. La orden detallaba que estos operadores debían presentarse en fecha determinada en el Comando de la Región 1 “Campo de Mayo” en donde recibirían una capacitación de dos semanas sobre el empleo de los robots y a posterior regresarían a sus asientos junto con las maquinas asignadas para comenzar inmediatamente a utilizarla en las operaciones habituales.

En aquel momento mi destino interno dentro del Escuadrón era como Jefe de la Sección “Santa Rosa” una subunidad desplegada en el terreno, a unos treinta kilómetros del cuartel en que se basa el núcleo de Unidad, pero recientemente había hecho el curso de operaciones especiales antidrogas y esta nueva aptitud significaba que sería trasladado a la sección Núcleo del Escuadrón, que es la encargada, entre otras cosas, de llevar a cabo la mayor parte de las patrullas de monte, fluviales y helitransportadas de la unidad.

Fue, tal vez por esta razón y por mi inclinación hacia las tareas operativas en el terreno, que el Jefe de Escuadrón decidió enviarnos, a mí y a un Cabo Primero de la Sección Núcleo, a recibir la capacitación y traer el nuevo “chiche” a la Unidad.

Embarcamos rumbo a Buenos Aires en los primeros días de octubre y al llegar allí nos encontramos con viejos conocidos que constituían los grupos de operadores de los escuadrones antes mencionados. Todos Oficiales y Suboficiales más o menos con las mismas preferencias y aptitudes inherentes a la faz operativa.

El curso fue impartido por personal técnico de la Fuerza a cargo del Primer Alférez, Ingeniero Electrónico Martin MARTIN (no leyó mal, su nombre es así), y tuvo un aditamento inesperado…

Como éramos la primera Fuerza en comenzar a utilizar los drones para actividades de inteligencia sobre personas y cómo éramos los primeros que comenzaríamos a volar estos aparatos sin restricción sobre poblaciones y sin fines recreativos, se precisaba de un reaseguro, en cuanto al sustento legal que tendría nuestro accionar. Por caso, si un dron cayera sobre la cabeza de alguna persona en el marco de nuestras operaciones, tendríamos que estar en capacidad legal de responder por el caso mediante algún tipo de seguro u similar

Este tipo de condicionantes llevó a que la superioridad decidiera “blanquear” nuestra situación como operadores de VANT y, si bien, por ser un operador militar, no era exigible para Gendarmería adecuarse a las normativas vigentes de la ANAC, lo mismo se decidió que todos los operadores rindieran las pruebas necesarias para obtener la matricula correspondiente ante esta Administración.

Esto significó, en lo personal tener que rendir una serie de pruebas que en el momento resultaron por demás dificultosas, dado que no es fácil comandar un aparato cuyo morro no se encuentra orientado con el propio frente lo que significaba que durante la mayor parte de las figuras que se nos ordenaban efectuar en la inspección (ochos, eses verticales, cuadrados, círculos con morro adentro y con morro afuera, ¡etc.…) aplicar comando hacia la derecha significaba virar a la izquierda!!

Este problema se habría solucionado de haberse permitido utilizar la imagen que la cámara del aparato transmitía (como se opera en la realidad), pudiéndose situar uno en el lugar que ocuparía un tripulante en una cabina, pero la normativa era por demás exigente al respecto “el dron debe poder pilotarse visualmente sin ningún tipo de ayuda de cámaras, solo mediante el sentido de orientación del usuario” … una verdadera prueba de psicomotricidad.

Después de varios vuelos de práctica, la generalidad del curso logró, quien más, quien menos, logróadaptarse a las exigencias y aquel que no podía, se veía suplido por su binomio de modo que, al presentarse dos efectivos por Escuadrón, se logró que todas las unidades puedan contar, con al menos, un operador certificado.

Respecto al tema de la certificación, otro ítem a tener en cuenta es que la normativa de la ANAC referente a la operación de drones contaba con escasas semanas de haber sido aprobada, de modo que fuimos los primeros operadores de dron matriculados en todo el país, contando con las matriculas 1 a 25 del registro nacional.

A mediados del mes de octubre emprendimos nuestro regreso hacia la frontera, no sin antes haber hecho la correspondiente apuesta sobre quién sería el primero en dar el batacazo y hacer un procedimiento con su “pajarito”.

Debo ser sincero en reconocer que teníamos todos los números puestos para que esta suerte nos cupiera a nosotros, puesto que Orán es tan operativo que allí los procedimientos, muchas veces, más que buscarse se encuentran, por lo que estábamos convencidos que con un poco de ingenio en el corto plazo lograríamos interdictar alguna carga.

A las pocas semanas de nuestro regreso, por cuestiones de modificación del Cuadro Orgánico y movimientos de personal, todavía no podía concretarse mi tan ansiado pase interno a la Sección Núcleo, pero había que salir a volar el dron antes que otra unidad nos ganase la partida, de modo que el Jefe de Unidad decidió adscribirme a la Sección Núcleo, o sea, sin ser parte de su fuerza efectiva, saldría de patrulla con ellos para poder operar el dron.

Es así como el 23 de noviembre llegaría el día de probar finalmente el aparato.El lugar escogido para llevar a cabo la acción seria en la margen del Rio Pescado.

La técnica empleada fue despegar el dron desde un puesto de observación avanzado, una vez que las patrullas ya se encontraban en el terreno.A continuación, se hizo volar el aparato sobre el curso del rio, unos dos mil metros por delante de la posición de en qué se encontraba el personal desplegado. En este reconocimiento se detectó la presencia de personas corriendo por la playa con bultos sobre las espaldas.

Se decidió continuar avanzando con el aparato unos cientos de metros más para asegurarse que las personas detectadas eran las únicas que estaban en el lugar y una vez que eso fue constatado, el dron regresó sobre la posición de estos sujetos, que continuaban corriendo,“sin haberse percatado de la presencia del robot”.

Se le marcó a la patrulla más cercana en el terreno la posición del blanco y se mantuvo el aparato en vuelo estacionario sobre los mismos filmando toda la acción, de modo que se logró jalonar su ubicación para que los gendarmes puedan localizarlos rápidamente, al tiempo que todo el procedimiento fue filmado, utilizándose a posterior las imágenes como medio de prueba en la correspondiente Prevención Sumaria Judicial, tomándose asimismo los recaudos necesarios de cadena de custodia, que requieren el Código procesal Penal y la Ley de protección de datos personales, a efectos que puedan ser empleadas por el Juzgado Federal de Orán.

Si bien, los evadidos, pudieron ser seguidos por el dron durante su huida y se efectuaron tomas de su escape, una de las desventajas de los vehículos de alas rotatorias, que es su escasa autonomía,complotó para que no puedan ser capturados.

Una vez que los contrabandistas arrojan los bultos y comienzan a correr dentro de la selva, la maquina los sigue, pero minutos más tarde llega a su máximo alcance y la señal comienza a interrumpirse, al tiempo que comienzan a presentarse en el display del R/C alertas de baja batería, razón por la cual el ingenio regresa inmediatamente al punto de aterrizaje sin haberse podido completar el seguimiento.

En esta operación se incautaron 12 bultos con un total de 250 kilos de Coca en estado natural y fue el primer procedimiento efectuado mediante el uso de un dron en nuestro país, lo que mereció felicitaciones y reconocimientos de la institución y del gobierno nacional. Estos reconocimientos no estuvieron dirigidos tanto al resultado del procedimiento si no al medio empleado ya que sería la punta de lanza de una serie de operaciones llevadas a cabo por distintas unidades del despliegue que comenzarían a “animarse” a usar el dron.

Pocos días después,y ya formando parte efectiva de la Sección Núcleo, el vehículo se destacó desde el mismo lugar, con la diferencia que en este caso la patrulla se encontraba en apresto en el punto de despegue y recién salió a actuar una vez que el aerodino logró dar con los contrabandistas. Probábamos así distintas técnicas a fin de poder conformar una Doctrina de Empleo propia.

Respecto al seguimiento de los evadidos, se dieron las mismas alternativas que en el primer caso, lográndose incautar, en este caso, 6 bultos con un total de 120 kilos de Coca.

En otras ocasiones,el aparato también fue utilizado bajo requerimiento de la superioridad, básicamente para efectuar relevamientos fotográficos de instalaciones y obras.

Con el correr del tiempo y luego de distintos procedimientos, el dron se hizo conocido entre aquellas personas que dedicaban su vida al alguno de los tantos rubros delictuales que ofrece una frontera como la de Orán. Era habitué escuchar hablar, a los pasadores, del peligro que engendraba para su actividad “el dron de gendarmería” y tal vez por ello en algún momento decidieron poner fin a su existencia.

Durante una tarea de reconocimiento sobre el margen del Rio Bermejo y sin tener el aparato a la vista (se lo solía operar así para maximizar su alcance), se escucharon disparos de escopeta provenientes del monte. Como la maquina respondía a los mandos sin ninguna anormalidad no se les dio mayor importancia a estas detonaciones (aunque éramos conscientes del riesgo latente de que fuera derribada). Dado que la autonomía era escasa, del orden de los veinte minutos en las mejores condiciones, ypuesto que la maquina estaba quedándose sin batería se la hizo regresar inmediatamente. Como se habían agotado las tres baterías con que contaba el equipo y estaba atardeciendo no había mucho más que hacer con el dron y se regresó al Escuadrón.

Grande fue mi sorpresa al regresar a la unidad, cuando el Oficial de inteligencia me viene a ver y me dice: “así que les derribaron el pajarito”. Ante mi negativa, me expresóque varios de sus informantes (confluencia de fuentes), ¡le habían dicho que el dron fue derribado por pasadores y que estaban seguros de haberle dado ya que después de dispararle no había volado más… Claro!,le digo, no voló más porque se acabó la batería.

Más allá de lo gracioso de la anécdota esto significaba que en ambiente del hampa pensaban que el dron estaba fuera de servicio, lo cual fue confirmado cuando al día siguiente, en un control de ruta, una conocida contrabandista de la zona preguntó con sorna a los gendarmes que revisaban su auto:¿y? ¿Cómo anda el dron?

A partir de esto sabíamos que teníamos la ventaja táctica puesto que no esperaban que el dron pudiera operar y fue así como, al día siguiente con las primeras horas del día, y ante el asombro de un grupo de chancheros (como se denomina a los pasadores de coca) que venían remontando el rio, el dron volvió a detectar su blanco y guio nuevamente a otra patrulla hasta su objetivo.

Más allá de las operaciones efectuadas por el vehículo asignado al Escuadrón 20, en el resto del despliegue estos ingenioshan sido profusamente utilizados para infinidad de tareas como búsqueda de personas, relevamientos fotográficos, procedimientos nocturnos (los S 800 utilizados por personal de Inteligencia cuentan con cámaras infrarrojas y han efectuado interdicciones de cargamentos durante la noche) e incluso en Misiones la máquina del Escuadrón 11 encontró, durante un allanamiento a una finca, 14 kilos de Cocaína ocultos en el interior de un aljibe.

Finalmente cabe aclarar que si bien hay una coincidencia entre aquellos que supimos tener contacto con esta herramienta, sobre lo ineficiente que resultan los pequeños drones de alas rotatorias para la vigilancia de fronteras en que hay que recorrer grandes distancias y abarcar amplias porciones de terreno; todos coincidimos en que su incorporación ha sido una buena escuela para poder verificar la utilidad del medio aéreo no tripulado y sentar las bases de futuros protocolos de uso.

SOBRE EL AUTOR MARTIN MIGUEL TERUEL MENDOZA

Subalférez de Gendarmería Nacional, actualmente presta servicio en el Servicio de Aviación de Gendarmería Nacional, en la Guarnición Campo de Mayo de GN.

Egresado de la promoción LXIX de Oficiales de la Escuela de Gendarmería Nacional “Gral. D Martin Miguel de Güemes”. (2011-2013)

Prestó servicio en el Escuadrón 9 “Obera”, Misiones (2014) y en elEscuadrón 20 “Orán”, Salta, donde se desempeñó como Jefe de Sección “Santa Rosa”, Jefe de Sección “Pichanal”, Auxiliar y posteriormente Jefe de Sección “Núcleo” (2015-2017).

Posee la Aptitud Especial Antidrogas de Gendarmería Nacional.

Es operador de VANT habilitado por ANAC.

Efectuó Curso de Técnicas anfibias de Gendarmería.

Posee estudios de inglés, francés y alemán.

Ha recibido las siguientes menciones:

Reconocimiento a la actividad destacada en lucha contra el narcotráfico, por parte de la Ministro de Seguridad de la Nación.

Reconocimiento al mérito por parte del Director Nacional de Gendarmería como primer promedio de Egreso de la Escuela de Gendarmería Nacional.

Distinción “Alférez de la Guardia Nacional de Perú Mariano Santos Mateos”, al mejor promedio de egreso en aptitudes militares de la Escuela de Gendarmería Nacional.

Medalla de Oro del Estado Mayor General del Ejército Argentino, al mayor promedio en combate y aptitudes militares de la Escuela de Gendarmería Nacional.

Medalla de Oro de la Escuela de Carabineros de Chile “Gral. Carlos Ibáñez del Campo” al mejor promedio de egreso de la Escuela de Gendarmería Nacional

Brevet reconocimiento Honoris Causa de la Policía Nacional de Uruguay por destacarse entre sus pares en materias de formación jurídica y policiales.

Ex Alférez de Fuerza Aérea, pertenece a la Promoción LXXV de la EAM. Como Cadete fue encargado de la 3ra Compañía, egresado en el año2009.

Es Oficial de Defensa Antiaérea, egresado de la Escuela de Artillería Antiaérea Grupo I AA, BAM Mar del Plata 2010.

Subalférez de Gendarmería Naciona MARTIN MIGUEL TERUEL MENDOZA
El autor junto al dron DJI 1 Inspire antes de efectuar una salida de reconocimiento
VANT a punto de despegar desde una senda en cercanías al puesto “28 de julio”
Toma obtenida por el aparato volando sobre una barranca en la costa argentina del Rio Tarija.
Toma obtenida por el VANT durante un reconocimiento.
Dron siendo trasladado en la caja de un UNIMOG durante un despliegue.
Cadete IV año GRILLO JUAN