El 8 de junio la Promoción 45 “Alfredo Vazquez” de la EAM recuerda a su compañero, amigo y héroe

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Brigadier Mayor (R) Alejandro MORESI


El 8 de junio para la promoción 45 de nuestra querida Escuela de Aviación Militar, es un día lleno de sentimientos encontrados una extraña mezcla de tristezas por los Halcones perdidos y euforia porque fue  el día más negro de la flota británica, un día que si bien trajo un triunfo alentador fue insuficiente para cambiar el rumbo final de la contienda y se llevó a varios de nuestros valientes estala Alfredo Jorge Alberto VÁZQUEZ, un gran amigo, un héroe cuyo nombre ha quedado plasmado en la promoción 45 quienes tuvimos la suerte de compartir su tiempo, gozamos del privilegio de eternizar su nombre.
Quien era como vivió y como murió nada mejor que el poeta para contarlo, ARMANDO R. ANTÚNEZ, en su descripción de este amigo hace un juicio justo a nuestro Héroe.

Así cada 8 de junio, en una humilde placita del Parque Independencia en su Rosario Natal, se reúnen sus familiares, este año Mónica su hermana y las fuerzas vivas de la ciudad, colegios e institutos en los que desarrollo sus años previos a su ingreso en la Escuela de Aviación, sus amigos, muchos argentinos que luchan por mantener viva la llama de la gesta de Malvinas y una representación de la Promoción, nos hemos reunido a recordar a este Argentino que junto a otros 649 héroes dejaron sus vidas en las irredentas tierras de nuestras Islas Malvinas y en la aguas del Atlántico Sur.

Como Parte de la ceremonia el Comodoro VGM Luis Eugenio Blanchet Rubio, expresó palabras en honor del amigo caído, y luego todos nos reunimos en honor a nuestro querido “Gordo Vázquez” a compartir recuerdos y anécdotas propias de la vida de cada promoción.

De esta manera cada año y cada día al abrir el WhatsAPP y leer Promoción 45 Alfredo Vázquez mantenemos vivo a nuestro compañero, porque como escribiera Calderón de la Barca “Vivir se debe la vida de tal suerte que viva quede en la muerte”, él vive en nuestros corazones y en el presente recuerdo y presente en cada miembro de la Promoción 45.

Discurso del Comodoro Luis Eugenio Banchet Rubio Homenaje al Ten Alfredo Jorge Alberto Vázquez.

Cuando miramos estatuas y bronces de próceres, aun habiendo leído y estudiado historia, nos queda algo inconcluso de sus personas, porque a diferencia de aquellos al que hoy recordamos, tuvimos la dicha de compartimos muchas vivencias, alegrías y tristezas.

Con Jorge Alfredo Vázquez, nuestro querido “Gordo Vázquez”. Tuve la suerte de conocerlo, y es más en un momento de crisis personal, él con otro compañero hoy presente me dijo “solo tienes que seguir adelante” te esperamos el año que viene. Así fue que desde 1978 pertenezco a la promoción 45 de la escuela de aviación militar, que tantos integrantes honraron su compromiso con la patria en 1982.

Muchos deben recordar la anécdota del ten VAZQUEZ, a su regreso de la primera misión, cuando se le interrogo “¿qué hará ahora alférez? “contestó, bañarme descansar y prepararme para una nueva misión. Esa respuesta marcaría su camino, ya que algún superior quiso mantenerlo a resguardo, pero insistió en volar otra misión.

su respuesta una clara evidencia de nuestra educación. Al respecto hace unos días vi en una red social la publicación de una fotografía de 4 pilotos japones tomada el día anterior a su muerte. Todos sonrientes como si fuera un día festivo. Ellos kamikazes, se los veía plenos y satisfechos con su destino. Me sentí apenado por los procaces comentarios vertidos por muchos por la foto. Me vi obligado a contestar en respeto a su memoria. Por cierto, y expresé marcando las diferencias culturales, religiosas y sociales que nos separan de ellos, como de otros fundamentalismos extremos donde el mártir será recibido en un cielo lleno de placeres. No filosofaré, lo que significa nuestra cultura occidental, excepto por nuestra herencia judeo-cristiana. Mucho se discutió después de la guerra, ¿que era ser profesional? Muchas veces la pregunta hecha desde los más altos niveles de la conducción defensa nacional, se tiñó de ideología. Separar al profesional del hombre como ser racional, y un autómata que usa sus armas.

Ello es no entender nuestro acervo cultural. Al responder sobre los cuatro kamikazes, diferencié perfectamente, aquellos que su muerte tenía sentido como fin. Nosotros soldados alados no solo sabíamos usar nuestro medio aéreo como buenos profesionales, sino que, además sabiendo los riesgos, enfrentábamos al enemigo pensando en nuestro regreso, para al día siguiente empezar de nuevo.

55 de los bravos soldados no regresaron como otros más de las distintas fuerzas. Pero no me cabe duda que, si el mundo y sobre todo el enemigo nos valoró, fue por la entrega sin cortapisas que supimos dar. Ello porque desde nuestros hogares y nuestros institutos de formación aceptábamos piadosamente que, en el sagrado juramento de defender la patria era hasta perder la vida, ello incluía nuestra formación intelectual y espiritual, que nos hacía ser una espada manejada con la razón y el corazón para saber que la muerte acechaba, no como un fin sino como una posibilidad, con la esperanza de regresar para empeñarnos otra vez a la ardua tarea.

Pero, con la firme convicción de si la muerte nos sorprendía, aceptábamos aquel salmo que se encuentra en la capilla de la Escuela de Aviación Militar “escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida.” Nuestro profesionalismo, tenía al decir de un economista “valor agregado”. Pudimos usar la espada, hombres formados y creyentes que dieron todo hasta su vida. Solo me resta rogar a Dios por que guarde y proteja a quien quedó de guardia en nuestras islas, y los que volvimos nos siga cubriendo con su manto para jamás claudicar en la defensa de la patria. Y como la verdadera muerte es el olvido, mantengamos vivos en nuestro corazón a los que el señor eligió antes.

Da por seguro TEN ALFREDO VÁZQUEZ estas vivo en nuestros corazones.

ALFREDO JORGE ALBERTO VAZQUEZ

Bahía Agradable, aún guarda las huellas,
De aquellos que un día, fueron a luchar,
También guarda el cuerpo, de nuestro valiente,
De nuestro teniente, héroe de verdad.
Lucho con ahínco, por ser lo que era,
Piloto de caza, muy bueno, además,
Muy buen deportista, muy buena persona,
Alguien en quien siempre, se podría confiar.
Era un gran piloto, como lo son todos,
Aquellos que aman su arte de volar,
El cómo sus pares, estaba dispuesto,
A honrar a su fuerza y su patria.
Amaba la gloria, de andar por los cielos,
De sentirse un ave, esa sensación,
Que produce el hecho, de sentirse libre,
Montado en las alas, de cualquier avión.
Era un hombre noble, con muchos principios,
Amaba a los suyos, tenía fe en Dios,
Tenía en los ojos, la paz de los grandes,
Y con esa grandeza, Dios se lo llevó.
Fue un gran deportista además de todo,
Su deporte amado, fue la natación,
Una mente sana en un cuerpo sano,
Hacían que fuera, sano el corazón.
Y los hombres buenos y los hombres sanos,
Aquellos que viven por una razón,
Saben del sentido, que tienen las cosas,
Cuando uno se entrega, con fe y devoción.
Él supo lo que era amar a la patria,
Por haber nacido, en donde nació,
Hijo de esta tierra, de nuestro Rosario,
Cuna del emblema de nuestra Nación.
Dos misiones tuvo, nuestro gran valiente,
En una, de cuatro, solo él volvió,
Dijo a su regreso que solo quería,
Prepararse a pleno, para otra misión.
Hoy te recordamos Alfredo Jorge Alberto Vázquez,
Porque como un héroe, te quedaste allá,
Cumpliendo a destajo con lo prometido,
Defender la patria, hasta tu final,
Hoy ya nadie puede, detener tu vuelo,
Porque solo hay cielo, en la eternidad.

ARMANDO R. ANTÚNEZ