A cuarenta y siete años de cumplir una misión de rescate a la Base Brown

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Por Com. (R) VGM Armando E. BUIRA (*)


>>> | Como parte de las tripulaciones de los helicópteros Hughes 369 HM que cumplieron con éxito esta misión, deseo recordarla en honor a todos ellos y expresar mi orgullo y satisfacción porque pude aportar mi granito de arena para lograr el éxito a pesar de las condiciones meteorológicas adversas y la falta de ayudas radioeléctricas.

El Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina, a solicitud el Director Nacional del Antártico, ordenó efectuar la evacuación sanitaria del Jefe de la Base Científica Almirante Brown, Teniente de Corbeta (contador) Osvaldo H. MACORETTA, quien presentaba un estado delicado de salud que requería su inmediato traslado al continente.

Las características geográficas en la estación científica y de sus proximidades, no permitían la operación de los aviones destacados en las bases Marambio y Matienzo.

En el mes de junio la luz diurna era escasa, apenas 6 horas, el sol salía a las 10:00 y se ponía a las 16:00 y las condiciones meteorológicas solían variar con gran rapidez, produciéndose tormentas intensas, que podían durar varios días.

Hace 45 años comenzaba esta operación cuyo objetivo era la evacuación sanitaria del Jefe de la Base Científica Almirante Brown

Del estudio realizado, se llegó a la conclusión que el material más adecuado para esta operación eran dos helicópteros Hughes 369 HM, que podían ser trasladados en la bodega de un avión C-130 Hércules.

Para ese fin se prepararon los Hughes 369HM matrículas H-31 y H-33 de la VII Brigada Aérea con las siguientes tripulaciones: Vicecomodoro Francisco Vázquez, Teniente Carlos PAREDES, Cabo Primero Horacio SANTUCHO y Cabo Víctor PALMA en el H-31 y Primer Teniente Ricardo CIASCHINI, Teniente Armando BUIRA y Cabo Primero Adolfo HIDEN en el H-33.

Los helicópteros se embarcaron en la VII Brigada Aérea, con asiento en Morón (Buenos Aires), el 28 de junio de 1970 en el C-130 Hércules TC-62, después de quitarles las palas del rotor principal. El 29 de junio a las 10:00 despegamos en el C-130 con los helicópteros abordo con destino a Rio Gallegos (Santa Cruz), con el Vicecomodoro Ricardo DEGANO en los comandos. El 30 de junio a las 07:30 decolamos con destino a Marambio. Aterrizando allí a las 10:50, de inmediato se desembarcaron los Hughes, les colocamos las palas del rotor y completamos combustible, despegando a las 12:10 con destino a Matienzo.

Comienza la misión

Aterrizamos allí a las 13:13, hicimos una escala técnica para cargar nuevamente combustible con una bomba manual y a las 13:40 despegamos con rumbo a la base Almirante Brown.

Es necesario hacer notar que no había ayudas radioeléctricas en el aire, ni en Matienzo ni en Brown, y que no teníamos sistemas de navegación ni equipamiento especial, por lo tanto, la navegación debería realizarse por contacto visual con el terreno o el mar.

Además, el Twin Otter que nos iba a acompañar no pudo hacerlo por las malas condiciones meteorológicas en el cruce de la Península Antártica y en Brown. El vuelo no se cumplió de acuerdo a lo que planificamos, debimos descender y desviarnos de la ruta directa para poder mantener contacto visual con el terreno, buscando un hueco que nos permitiera cruzar la península.

Al terminar el cruce, el guía de la sección nos comunicó que estábamos en Bahía Guillermina y que Brown estaba a la izquierda.

Las condiciones meteorológicas, con stratus y nimbus stratus, no eran las mejores: Volábamos a entre 50 y de 100 metros de altura a rumbo y tiempo para mantener la navegación, sobre el agua y esquivando témpanos.

Llegados a la base Brown, aterrizó primero a las 14:40 el H-31 y nosotros en el H-33, luego de algunas vueltas buscando un lugar, decidimos hacerlo frente al edificio de la base y al costado del mástil, en un área confinada muy ajustada pero la única posible y en la cual debíamos posar, ya que nos preocupaba seguir consumiendo combustible que podía penalizar nuestro regreso.

En el despegue recordé a Larry HENSON, el instructor americano que nos hizo la adaptación en el Hughes 369HM, cuando después de aterrizar en un área confinada muy pegado a los árboles, le dijo a Ricardo CIASCHINI, que oficiaba de traductor (pero también recibía la adaptación): “por favor no despegue, es una broma” … la traducción llego tarde y yo ya había despegado y superado el área confinada.
A las 15:08, con el enfermo ya a bordo, despegamos hacia el Norte con rumbo a un claro por el Estrecho de Gerleche, con techos de 50 metros, visibilidad de 500 metros y con nevada.

A la altura de la Isla Nansen Sur pudimos ascender con rumbo a Matienzo, ya con las últimas luces del día y la alarma de bajo nivel de combustible encendida; permitiéndonos alcanzar Matienzo con poco combustible, pero seguros.

Nuestra previsión de aterrizar en Brown fue muy acertada, porque realmente nos hubiese penalizado el regreso, donde las condiciones meteorológicas adversas nos obligaron a cambiar continuamente de rumbo en la ruta a Matienzo.

A las 16:00 aterrizamos en Matienzo y pernoctamos.

El 1 de julio a las 11:25 despegamos con destino a Marambio, donde aterrizamos a las 12:28.

A las 13:18 aterrizó el C-130, se embarcaron los helicópteros y minutos después (a las 13:45) el TC-62 decolaba rumbo a Rio Gallegos, donde aterrizamos a las 17:15.

Reconocimiento parlamentario

Cuarenta años después de su exitosa conclusión, la operación fue reconocida en el Congreso de la Nación mediante una declaración aprobada por la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Senadores. En su sesión del 14 de julio de 2010, la Comisión integrada por los senadores César GIOJA, Arturo VERA, Pedro GUASTAVINO, Marcelo FUENTES, Oscar CASTILLO, Roy NIKISCH, Ada ITURREZ de CAPPELLINI, Pablo VERANI y Roberto BASUALDO, aprobó unánimemente la moción del senador por la Provincia de Neuquén, Horacio LORES, para declarar su “adhesión a la conmemoración del 40º aniversario del Rescate Médico Aéreo en la Antártida, complejo operativo efectuado el 30 de junio de 1970 con pleno éxito, gracias al esfuerzo efectivo, pericia y profesionalidad de hombres de la Fuerza Aérea Argentina y a pesar de muchas adversidades”.

Tras el pernocte en Santa Cruz, el 2 de julio a las 12:00 arribamos al Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, habiendo cumplido nuestra misión de evacuar el enfermo en tiempo y forma prevista al continente.

​Una operación muy ajustada, pero lograda con decisión (valor o firmeza en la manera de actuar) y profesionalismo, logrado con una muy buena experiencia y un excelente adiestramiento…

Bibliografía consultada: Orden de Operación y Fundación Marambio

(*) Armando Elios BUIRA nació en la ciudad de Esquina (Corrientes) en el año 1944. Egresó como Alférez de la Escuela de Aviación Militar en 1965 (Promoción XXXI). En el año 1966 completó su curso de Aviador Militar y a lo largo de su carrera en la Fuerza Aérea Argentina tripuló entrenadores Mentor B45, helicópteros Hiller UH-12 y Hughes 369, UH-1H Huey, SA-315B Lama, aviones de transporte IA-50 G-II, Fokker F.28, Boeing 707 y aviones de ataque IA-58 Pucará.Veterano de la Guerra de Malvinas de 1982, fue además jefe de Escuadrón V (Boeing 707) y Jefe de Operaciones de la I Brigada Aérea, Jefe del Grupo Aéreo 9 (Comodoro Rivadavia), Jefe de la III Brigada Aérea (Reconquista) y se desempeñó como Agregado Aeronáutico a la Embajada Argentina en la Unión Soviética. Tras su pase a retiro en el año 1997, se empleó en el sector civil como Gerente de Operaciones de Aerovip y como instructor de Línea Aérea en Perú. Actualmente, reside en Buenos Aires.

Com. (R) VGM Armando E. BUIRA