PERIODO DE CANDIDATOS 2024

44 Vistas

Cadete IV Año MATEO PENT


En estos cuatro años de vida militar siempre tuve en mi cabeza dos frases que me marcaron a fuego, despertando en mí una pasión única por alcanzar este momento…

La primera es aquella que me dijeron tanto mi padre como mi Encargado de Sección en el año 2021, cuando me encontraba cursando el primer año dentro de esta institución y estilo de vida: “Créanme Señores, esta carrera pasa demasiado rápido… yo no sé en qué momento pasé de estar en I Año y estoy ahora parado frente a todos ustedes”

La segunda frase la escuché por parte de mi Jefe de Grupo en aquel corto periodo de candidatos que me tocó realizar en aquel lejano 2021: “Les llegó la hora señores.” Invitándonos a dar nuestro 210 % para llegar a nuestro tan ansiado objetivo: el de ingresar a la Escuela de Aviación Militar.

Con esto quiero dar inicio a un artículo un tanto diferente, voy a intentar trasladar mi punto de vista, aquel que yo y todos mis camaradas hemos tenido la fortuna de experimentar, al día de hoy, desde ambos lados: comenzando con la incertidumbre que les espera a los Candidatos en los días posteriores a cruzar las dos torres, hasta la visión ya formada de un cadete de IV curso.

Lo primero que recuerdo de la mañana de mi ingreso fue la despedida de mis seres queridos, la caminata hasta llegar al punto donde se encontraba mi Jefe de Grupo, detrás de una valla amarilla controlaba la lista del grupo… el ingreso por las dos torres, la banda de música y guerra recibiéndonos, el primer contacto con un cadete ¡Y ni hablar de la primera charla con algún desconocido para menguar los nervios del momento! Recuerdo que debíamos extremar cuidados ya que el ingreso de mi promoción transcurrió durante el desarrollo de la Pandemia de COVID-19.

Momentos que recordé con muchos detalles este año, ahora parado frente a todos esos rostros con las mismas expresiones que habré o habremos tenido hace 3 años. Vivirlo desde adentro y sin esa incertidumbre de ¿Qué me depara el futuro? es una experiencia plenamente gratificante, no solo por estar tranquilo, si no que por el hecho de sentirse uno cada vez más cerca de egresar y cumplir las metas personales.

Por causa de la Pandemia, mi etapa como candidato fue de apenas unos 8 días y por lo tanto en ese tiempo no pude encausar todas las dudas que podía llegar a tener en cuanto a la formación dentro del instituto o de en qué momento comenzaríamos a volar en planeador.

Mi objetivo este año fue ese, intentar conocer a la promoción de mis Hijos y a su vez saber de ellos: de donde son oriundos, como se compone su familia… o quizás intentar conocer el porqué de su ingreso y su vocación.

Si bien fueron pocos días, fueron intensos y logré recordar las tardes pasadas en el Casino de Cadetes, hablando con algún futuro compañero o compartiendo algún que otro consejo o dato práctico entre candidatos desconocidos.

La primera noche, aquella en la cual uno duerme algo incómodo, cama y colchón desconocidos y extraños por doquier, siempre digo y recuerdo que esa noche nunca se olvida. Es especial, ya que me gusta pensar que todos pasamos por lo mismo, desde las primeras promociones hasta las promociones de nuestros héroes de Malvinas, es algo que espero nunca cambie; debido a que, desde mi punto de vista, es nuestra primera gran prueba de si en verdad queremos permanecer aquí por unos años.

La camaradería generada dentro del grupo es única, ya que de un día para otro uno está enclaustrado con gente nueva, y el empezar a charlar entre candidatos demuestra que venimos de todos los rincones del país, con realidades diferentes, pero con un gran sueño en común por cumplir. Camaradería que a lo largo de 4 años se hace una hermandad, y no puedo dejar de recordar mi primer grupo de amistades, con quienes hasta el día de hoy algún que otro mensaje nos solemos enviar, por más que hayan quedado en el camino.

Estoy seguro de que éste es uno de tantos frutos dulces que cosechamos de cadetes, ya que reconforta saber que año a año siempre habrá grupos de jóvenes dispuestos a ser cadetes, militares, o como decimos permanentemente aquí dentro Uno entre MIL.

Espero con estas simples palabras haber logrado transmitir un poco las vivencias y emociones que uno experimenta al vivir esta etapa, desde dos puntos de vistas distintos.