La formación militar está integrada por dos pilares fundamentales: la Instrucción Profesional Militar y la Académica. Desde los inicios del Cuerpo, se hizo hincapié en estas dos áreas en la formación de los Cadetes. Sin embargo, a los fines de su reconocimiento y titulación, se han ido buscando, con el devenir del tiempo, diferentes tipologías de Certificación de Estudios, sin perjuicio de su reconocimiento profesional como Oficial de la Fuerza Aérea Argentina, siempre avalado por el Poder Ejecutivo Nacional en la Persona del Presidente de la Nación y el Ministro de Defensa.
En sus inicios y ante la necesidad de capacitación específica, ingresaban Cadetes sin haber concluido sus estudios secundarios. Por ello, como primer antecedente, se tomó como referencia un Decreto del año 1950, promulgado por el Presidente Juan Domingo Perón, donde se reconocían los estudios de ese nivel a los egresados de los tres Institutos de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas. Posteriormente, el ingreso fue extendido a Cadetes provenientes de Liceos Militares incorporados antes de finalizar su formación y a egresados de Escuelas de Suboficiales.
Se realizó un gran esfuerzo en la capacitación en Ciencias Básicas para continuar los estudios en la vieja Escuela de Ingeniería, debido al gran desarrollo aeronáutico que alcanzó la Fábrica Militar de Aviones.
Años después, en la década del 70 y ante la necesidad de reconocimiento de su formación, por Resolución del Ministerio de Educación de la Nación, a los egresados de la Escuela de Aviación Militar se les otorgó validez nacional con nivel de Título Superior Menor, un equivalente a estudios de Nivel Superior No Universitario.
Así, y ya casi contemporáneamente, por Resolución Nro. 014/94 del Jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, se dispuso que el nivel del Cuerpo de Cadetes sea Universitario y se organizó el Primer Plan de Estudios en coordinación con el recientemente reconocido Instituto Universitario Aeronáutico. La carrera fue aprobada y se denominó: “Licenciatura en Sistemas Aéreos y Aeroespaciales”, cuyos tres pilares fundamentales son la aviación general, la administración y la educación.
Los Cadetes iniciaron estos estudios en el año 1996 y el primer egreso fue en 1999, con el Título de Bachiller Universitario, ya que la etapa final de Licenciatura se concluiría en la Escuela Superior de Guerra Aérea en el Curso Básico de Conducción.
Durante los primeros años del dictado de la Carrera, observando los años de cursada bajo una estricta evaluación, se analizaron las posibilidades de su actualización, e incluso de finalizar sus estudios en el mismo Instituto.
A inicios de 2007 se crea la Subsecretaría de Formación en el Ministerio de Defensa de La Nación, encargada de ejercer así las primeras modificaciones a la carrera original, manteniendo su titulación, incorporando asignaturas y contenidos acordes a un nuevo perfil de militar. Éste fue elaborado con actores de la sociedad y de las tres Fuerzas Armadas, siempre respetando la necesidad de la formación universitaria de sus cuadros.
En los años subsiguientes se produjeron ajustes a la carrera original hasta concluir la actual, de cuatro años de duración, con la denominación: “Licenciatura en Conducción de Recursos Aeroespaciales para la Defensa” (LICRAD) aprobada en el año 2013 por Resolución del Ministerio de Educación de la Nación. La misma se caracteriza especialmente por la articulación entre actividades académicas, militares y deportivas, lo que propicia una formación integral.
Finalmente, los egresados reciben el grado de Alférez como Oficial de la Fuerza Aérea Argentina.
Comodoro Mayor José Luis Soria