El comandante de la Fuerza de Tareas británica, aprovechando las malas condiciones meteorológicas para la operación de la Fuerza Aérea Argentina, adelantó sus buques a primera hora para realizar bombardeo naval sobre la pista de Puerto Argentino y las posiciones del Batallón Infantería de Marina 5.
A las 10:25 horas comenzó el fuego naval confirmándose la posición de las naves británicas al suroeste de Puerto Argentino. En pocos minutos más, la Fuerza Aérea Argentina tendría en desarrollo Ordenes Fragmentarias con 18 misiones de ataque a objetivos navales, pero las condiciones meteorológicas adversas que imperaban (lluvias torrenciales y visibilidad cero), hicieron que la Fuerza Aérea Sur ordenara el regreso de sus aviones, comunicación que no se logró con dos aviones A4-C. A las 17:00 horas, todos los aviones habían regresado a sus bases, con excepción de aquella sección que se la consideró desaparecida, ya que a esa hora no deberían tener combustible remanente para seguir volando.
La última comunicación se estableció a las 14:40 horas, oportunidad en que informaron que estaban volando al ras del agua con 15 metros de techo.
La fatalidad, unida a una inquebrantable decisión para cumplir la misión, hicieron que ambos pilotos continuaran volando más allá del cumplimiento del deber, y ofrendaran generosamente sus vidas por la Patria.
– Teniente JORGE EDUARDO CASCO
– Teniente JORGE RICARDO FARIAS