Este día perdurará como el día que se realizó la operación más osada, audaz y riesgosa del conflicto. Dado que el apoyo directo no era rentable, se decidió el ataque al centro neurálgico de la flota: el portaviones Hermes o Invencible. La operación fue coordinada con los aviones Super Etendard de la Aviación Naval, debido a la necesidad de una navegación precisa y la posibilidad de disparar el último Exocet disponible.
Como se requerían varios reabastecimientos en vuelo de combustible, y ante la necesidad de reforzar el ataque con el lanzamiento de bombas de propósito general, el comando de la Fuerza Aérea Sur ordenó la participación de los aviones A4-C. El 30 de mayo, siendo la meteorología adecuada, se ubica al portaviones en un circuito al este de las islas. A las 11:25 horas despegan los aviones reabastecedores C-130, y a las 12:43 horas estaban en el aire todos los integrantes de la sección de Super Etendard y la escuadrilla de A4-C. Las posibilidades de supervivencia eran muy pocas, particularmente para las tripulaciones de la Fuerza Aérea Argentina que deberán llegar con sus bombas hasta el mismo blanco. Tras cumplir dos reaprovisionamiento de combustible, es detectado el blanco por los Super Etendard, lanzándose a las 14:24 horas el misil Exocet, y detrás de su estela los A4-C, mientras que los primeros retornaban sin novedad al continente.
El rumbo final de ataque era noroeste, es decir a espaldas de la flota. A casi un minuto del blanco, fue derribado el avión del Jefe de escuadrilla, aparentemente por un Sea Dart.
Segundos antes de llegar al objetivo fue alcanzado el numeral dos, sin embargo el motor continúa por inercia hasta impactar en el ascensor posterior, causando incendios y daños a los aviones allí estacionados.
El numeral tres alcanza a impactar sus bombas en la parte posterior de la cubierta, pudiendo ver en su escape al navío cubierto de humo, y el numeral cuatro vio dificultada su puntería por la gran cantidad de humo que ocultaba al portaviones y por haber sido desplazado en su trayectoria por la explosión del numeral dos, y a pesar de esto efectúa el lanzamiento de las bombas no sin antes haber descargado la totalidad de los proyectiles de sus cañones sobre el puesto de control de vuelo del portaaviones.
En esta acción ofrendaron heroíca y generosamente su vida por la Patria:
– 1º Teniente JOSE DANIEL VAZQUEZ
– 1º Teniente OMAR JESUS CASTILLO